Ontiveros, de un Málaga-Depor a otro

Fue un sábado de noviembre (el 26), también en partido matinal. Llovía y bien. Pero entonces a Javi Ontiveros eso le importaba bien poco. El extremo marbellí asestó un golpe mortal al Deportivo en un partido que el Málaga terminó ganando por 4-3. Un golazo de fuera del área que celebró con una rabia tremenda al compás del rugir del estadio de La Rosaleda.

En aquel momento a Ontiveros le daba igual todo. Lo mismo brillaba con el Málaga que con el Atlético Malagueño o el juvenil en la UEFA Youth League. Como un autómata, lo suyo era jugar. Jugar bien. Pero un año (casi) más tarde, su llama ha ido perdiendo fuerza. Problemas físicos, problemas disciplinarios y, el mayor problema de todos, ha perdido la confianza de sus compañeros y su técnico.
Ahora que regresa el Deportivo un año más tarde se recuerda aún más si cabe la actuación de Ontiveros. Ahora que ni siquiera sabe si entrará en la convocatoria. Es la demostración de cómo el fútbol devora a todo aquel que no entiende que se alimenta de presente y que cada mala decisión puede costar carísimo.