Es Noticia

Los tres cambios fueron decisivos

F. G.

Los entrenadores llegan con unas ideas prefijadas a los partidos, dibujan en su mente y en la pizarra cómo creen que será. Luego llega la realidad y todo varía a su antojo. Pero el técnico de turno tiene la posibilidad de alcanzar la orilla si sabe manejar las piezas durante el desarrolló del encuentro. Esta vez Míchel supo. Apostó y ganó. Se la jugó con OntiverosJuanpiBorja Bastón y los tres fueron decisivos.

Perdía el Málaga por 1-2 con el Deportivo. La imagen, el juego y el ambiente hacían presagiar un final dramático. Pero Míchel decidió ir con todo. Tiró de Ontiveros y Juanpi Añor renunciando a Keko y Rolón. Un cambio natural y otro ofensivo. Sobre todo porque quedaba un doble pivote de mentira con el venezolano y Adrián. Pero todo lo que perdió -en teoría- de presencia física y posición, lo ganó en clase.
El primero en ser decisivo fue Ontiveros. Puso un balón sensacional, de crack, a Chory Castro. Una bomba que voló hasta casi la misma línea de gol. La alcanzó el Chory, pero ojo que también estaba ahí Juanpi disfrazado de nueve muy atento. Pero el momento del venezolano llegó más tarde. Ya con Bastón en el campo (había entrado por Peñaranda en el minuto 64).
El delantero tuvo una a la media vuelta casi en la frontal del área. No atinó. Pero llegaría la suya. Llegó porque Juanpi al fin sacó un conejo de su chistera. Pase de crack, rompiendo el fuera de juego, dejando al delantero centro en el sitio y el lugar perfecto para la acometida final. Borja, todo cortesía, convirtió de toque sutil. Gol para él, asistencia para Juanpi y triunfo para todos. Para ellos, para sus compañeros, para la afición y para Míchel.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar