Los clavos del impenitente
El proceso que experimenta el malaguista en los días previos y posteriores a los partidos del Málaga esta temporada se está convirtiendo en cíclico. El cabreo tras las derrotas u ocasiones perdidas como la del viernes lo lleva cada uno en sí mismo, pero suele disminuir gradualmente con el paso de los días para transformarse en optimismo y energía positiva conforme se acerca el nuevo partido. Los hay que han arrojado la toalla, pero también los que siguen creyendo, impenintentes, pese a las pocas de cal y las muchas, demasiadas, de arena.
Sin entrar en motivos de quién es el responsable de la situación, que todos tienen su elevada cuota, hay tres razones que maceran los optimistas tras la debacle que pudo ser peor ante el Levante. Tres clavos ardiendo. El primero es que después de 15 partidos oficiales el Málaga dejó su portería a cero. Debe ser un argumento para construir. La forma más fácil de sumar es defendiendo bien, más aún con las pocas prestaciones ofensivas del equipo de Míchel, así que no recibir goles debe ser una exigencia innegociable.
El segundo es que el Málaga recorta un punto con la zona de salvación, que se pone a cuatro tras la derrota del Deportivo de la Coruña ante el Sevilla. Aún quedan por jugar Las Palmas y el Alavés, que podrían superar si ganan a los blanquiazules, pero la distancia pasa de cinco a cuatro puntos. Encontrar equipos peores que el Málaga debe ser un requisito indispensable para salvar la categoría. Eso es indudable, así que el conjunto de Míchel debe analizar a esos candidatos a ser rivales directos y encontrar consuelo en sus males.
Por último, y aunque no se ganara ante el Levante, el Málaga ha encontrado cierta y sufrida estabilidad en La Rosaleda, con siete los últimos nueve puntos en casa conseguidos. El reto debe ser ahora empezar a puntuar fuera, donde aún no lo ha logrado tras visitar a los mejores de LaLiga Santander. Seguir fortaleciendo Martiricos con la inestimable e incansable ayuda de la afición y empezar a sumar a domicilio sería un buen síntoma de recuperación que debe tener su inicio en Anoeta el próximo domingo (12:00 horas).
Juegan sin la intensidad necesaria. Hay que cambiar al entrenador y a unos cuantos jugadores,que no sirven para primera.
Con la forma de jugar que tenemos nos vamos a segunda seguro. Sin intensidad, sin jugar al primer toque, sin garra...y sin coj.....es. Veo muchísimo futbol cada jornada, y lo del Malaga es increible. Ahora estoy viendo al Eibar, y eso son coj....es. Lo que le falta al Málaga, ya que no tenemos calidad. Era de los que pensaba que Michel nos sacaría de esto, pero veo que es incapaz, y que no tiene las ideas claras para jugar con lo que tiene. De los jugadores prefiero no hablar porque son patéticos, previsibles y sin lo que se tiene que tener para jugar a esto. OJO! Ya lo dije, no se pueden tener 3 delanteros cedidos. Ya empiezan a hacer la guerra por su cuenta para irse buscando las habichuelas por su cuenta de cara al año que viene. Empiezan a ser egoistas y poco solidarios con el compañero. Demasiados regates de Rolan y Peñaranda y poca solidaridad para darsela al compañero mejor situado. Lo peor de todo esto es que a medida que avance la temporada esto se acentuará, si no al tiempo. DESASTRE DE EQUIPO CON OLOR A SEGUNDA!. Parece mentira que estos tios sean tan negados y tan malos. Que pasa, que no ven como juegan los demás equipos y toman nota?. Indeseables...
Buenas a todos es la primera vez que comento. Señores no nos engañemos, hemos dejado la portería a cero porque el Levante salió a defender y por que el único que parece no tirar la toalla hasta que acaba el partido es el portero Roberto. Sin él estaríamos hablando de una derrota durísima... por lo que lo de dejar la puerta a cero... no lo veo como algo positivo... ¿suerte?. Tal vez en el siguiente partido no tengamos tanta. Un saludo malaguistas de corazón.