Ser capitán es mucho más que llevar un brazalete. Lo sabe bien Recio, que deja que Borja Bastón entre de lleno en una fiesta en la que normalmente sólo están invitados él mismo y Adrián González. Nos referimos a los lanzamientos desde el punto de penalti. El Málaga necesita de todas sus piezas para soñar con la salvación. Y al nueve le hacen falta goles para sentirse útil. La imagen que acompaña a esta noticia lo dice todo.
Tras el gol, Recio se fue a por su compañero (que había sido objeto del penalti además). Un gesto cómplice, de buena salud interna. Una celebración liberadora en muchos aspectos. Eso sí, igual debió Bastón limitar su confianza y no ejecutar el segundo, que le adivinó Rulli (aunque por fortuna para el Málaga, Chory Castro lo enmendó). Pero hay que ponerse en la piel de un delantero centro... Al menos, no le pesa asumir responsabilidades. No es poco tratándose de un colista.
Regresando al asunto de los penales desde la perspectiva estadística, es la cuarta vez en la historia (del Málaga CF) que le pitan dos penaltis a favor en el mismo partido de Primera División:
-2001-02 Osasuna-Málaga (goles de Dely Valdés y Darío Silva)
-2002-03 Málaga-Atlético (gol y fallo de Dely Valdés)
-2008-09 Málaga-Espanyol (goles de Apoño y Baha)
-2017-18 Real-Málaga (gol y fallo de Borja)