El Málaga muere lenta y dolorosamente y los que más lo sufren no son ni los jugadores, ni Míchel, ni la propiedad, sino los malaguistas de verdad, los aficionados. Así que la Federación de Peñas Malaguistas, que aglutina a la gran mayoría de los colectivos blanquiazules, ha pedido responsabilidades al presidente del club, Abdullah Al-Thani, en una carta abierta en la que expresan las preocupaciones de la afición y que reproducimos íntegramente.
"Desde la Federación de Peñas Malaguistas y ante la gravísima situación deportiva que atraviesa nuestro club, nos dirigimos a usted Sheikh Abdullah Bin Nasser Al-Thani, como presidente y máximo accionista de la entidad y permítanos plantearle algunas consideraciones.
Entendemos que, en la actualidad, un club de fútbol es una empresa, en concreto una Sociedad Anónima Deportiva, pero es precisamente la palabra ‘deportiva’ la que la hace diferente de una empresa al uso y que los fines meramente comerciales se conjugan con una amalgama de sentimientos que aun siendo intangibles, son la verdadera razón de ser de la misma. Un equipo de fútbol no es nada sin su afición.
Cierto es que, hoy en día, la contribución económica de los abonados, supone una parte ínfima dentro del presupuesto y que son las plataformas de televisión las que aportan la mayor cantidad, lo cual no es óbice para que el club manifieste, de manera pública, el maltrato sistemático a que es sometido en cuanto a fechas y horarios y que no solo perjudica a los aficionados, especialmente a los niños, sino al propio equipo que cuenta con menos apoyo desde las gradas, tanto en La Rosaleda, como en posibles desplazamientos.
Ya sabemos que en fútbol, no siempre dos más dos suman cuatro, ya que depende de muchos factores el resultado de un encuentro y a los aciertos y errores propios se suman los del rival o los de quien arbitre, pero los que se cometen en la gestión del club, dando por supuesto que sin mala fe, deben intentar corregirse con diligencia y a veces da la impresión de inacción en la toma de decisiones.
Usted, sr. Presidente, nos llevó a tocar el cielo, deportivamente hablando, e ilusionarnos con un crecimiento a todos los niveles, nunca antes disfrutados por esta sufrida afición, pero cual castillo de naipes, sin una cimentación sólida, el proyecto empezó a derrumbarse hasta llegar a la caótica situación que padecemos en la actualidad. Nuestro Málaga, como dice la canción, “se me va, como el agua entre las manos se me va” y de usted depende, poner debajo un cubo que la recoja.
Somos conscientes, de que la mayoría de los clubes venden a sus mejores jugadores, esa es una la ley no escrita del fútbol, pero lo mínimo exigible es un retorno importante de parte de esas ventas, en forma de futbolistas de nivel que suplan a los que se han marchado, y bien por errores en la dirección deportiva o por falta de los recursos necesarios, creemos que el club se ha descapitalizado deportivamente hablando y la consecuencias palpables han sido ir bajando puestos en la clasificación final de la últimas temporadas.
Tampoco entendemos, a menos que se nos explique de forma convincente, la tardanza en el comienzo de las obras de La Academia, una vez superados los farragosos trámites burocráticos, tantas veces criticados por todo el malaguismo, empezando por usted mismo.
Capítulo aparte merece nuestro entrenador Míchel. Cierto es que las prisas no son buenas consejeras, ni somos partidarios de la destitución de un entrenador a las primeras de cambio, pero la trayectoria de once puntos sobre cincuenta y cuatro disputados y la eliminación en la copa del rey por un equipo de inferior categoría, con todos nuestros respetos para el C.D. Numancia, nos hacen difícil entender que todavía siga dirigiendo a un equipo, que deambula por el terreno de juego, y sin el más mínimo atisbo de sacarlo del pozo en el que se encuentra sumergido. La decisión, ya que de él no parte dimitir, está en su mano sr. Al-Thani, y aun sabiendo que sustituirlo, no garantiza que se solucionen los problemas, al menos debería intentarlo.
Para finalizar creemos que los mimos y halagos hacia la plantilla de jugadores los han debilitado y alguien debe dar un “puñetazo” sobre la mesa. No por regañar a alguien, que hace mal las cosas, se le quiere menos. La indolencia que están demostrando sobre el terreno de juego, no les hace acreedores a defender nuestro escudo y nuestros colores, ellos son los que saltan al césped y los máximos responsables de la situación y les exigimos un cambio de actitud, sobre todo a aquellos que gozan de mayor aptitud y que creen que con eso es suficiente. Evidentemente generalizar acarrea injusticias y hay quien se deja el alma en el terreno de juego. A estos últimos les pedimos que no cejen en su empeño de contagiar a los demás.
Con sesenta puntos por disputar todavía, no podemos tirar la toalla y por nuestra parte no va a quedar, mientras haya posibilidades de mantener la categoría, animando durante los noventa y tantos minutos que duren los partidos y dando nuestro apoyo al club de nuestros amores, pero eso sí, exigiéndoles lo máximo a cada uno de los que se enfunden la camiseta.
Todavía, todos unidos, podemos conseguirlo, pero es usted sr. Al-Thani, como presidente de nuestro club, quién debe aportar soluciones sin escatimar esfuerzos. Por favor, ponga el cubo bajo las manos y recoja el agua. EL MÁLAGA ES DE PRIMERA".
Muy buena iniciativa. Comparto totalmente el contenido de la carta y doy las gracias a la Federación de Peñas, por mostrar el sentir de la mayoría de los malaguistas. Los malaguistas no podemos quedarnos quietos ante esta situación de dejadez.
Totalmente de acuerdo, ni lo va a leer. Por desgracia
No lo va a entender, no lo sufre pero es que lo peor es que ni lo va a leer