Cenk Gönen, al que todos le llaman Cengo, no olvidará fácilmente su año deportivo en Málaga. Es verdad que en sus últimas campañas apenas había jugado encuentros oficiales, pero desde que que recaló en Martiricos en una extraña operación para compensar la marcha de Kameni al Fenerbahce (en ambas medió el mismo agente), no ha rascado bola, ha perdido su vitola de internacional y se ha visto como tercer portero de la plantilla y como máximo candidato a salir del equipo en el mercado de invierno.
Todo empezó en pretemporada. Sus primeras apariciones no desentonaron, pero un error grave en Granada hicieron levantar las sospechas sobre su rendimiento real. Poco tardó Míchel en relegarlo de las convocatorias oficiales y cuando Roberto no jugó (por lesión en Barcelona o en Copa del Rey) fue Andrés Prieto el titular. No es un secreto que no cuenta y se ha convertido en una sombra, más aún tras los acontecimientos de los últimos días en los que tampoco parece gozar de fortuna.
Porque Gönen se ha vuelto a lesionar. Padece, según informa el club, una sobrecarga en los isquiotibiales de su pierna izquierda y ha sido sometido esta misma tarde a una resonancia que determinará el alcance exacto de su dolencia, que no es la primera y que siempre han llegado en momentos inoportunos para él y que han sembrado las mismas de todo tipo de especulaciones.
Además, Cengo ni siquiera participó en el amistoso del Málaga ante el Lausanne, la primera prueba de José González. De hecho, al meta turco se le vio salir del estadio antes del partido, ya que se ejercitó con anterioridad al bolo. Como si estuviera apartado. El club y sus agentes tratan de buscarle una salida en enero. Se hablaba del nuevo interés del Galatasaray, su anterior equipo y que lo traspasó este verano al Málaga por 200.000 euros. Pero su marcha no termina de efectuarse y no se puede descartar ningún escenario de aquí al 31 de enero e incluso a partir de entonces.