El Málaga mantiene abiertas las conversaciones con el zaguero catalán Sergio Sánchez, cedido hasta junio en el Espanyol por el Rubin Kazan. El futbolista ha comparecido ante los medios de comunicación que cubren la información del club perico, pero no ha querido desvelar cuál será su futuro más allá del final de temporada.
Sergio Sánchez sólo ha jugado con el Espanyol tres partidos, dos de Liga y uno de Copa, aunque no se queja públicamente. "Es imposible arrepentirse de venir, y lo haría una y mil veces. No me conformo e intento mejorarlo, debo tratar de cambiarlo día a día", explicaba el defensor. Si bien, sí dejó claro que está siendo la temporada "más difícil y más dura".
El central ya estuvo en la agenda del Málaga para el pasado mercado invernal, pero no pudo incorporarse por la normativa FIFA que impide jugar en más de dos equipos distintos en la misma campaña y él ya lo había hecho en el Rubin Kazan y Espanyol. Así lo ha reconocido el propio futbolista "No se daba la situación que buscaba. En diciembre no estaba jugando y buscaba una solución para ser feliz, que es jugando. Si hubiese salido, bien, hubiese jugador más. Dejé mucho por venir aquí, que es donde el corazón me mandaba jugar. Quería jugar aquí por amor no por dinero. Aquí estoy bien, en el equipo que me ha visto crecer y al que le debo tanto", explicaba.
Cabe recordar que en junio, Sergio Sánchez queda libre, aunque se ha mostrado muy cauto al respecto ante la prensa catalana. "No sé qué voy a hacer. Seguimos en este barco. El año no ha terminado como para pensar en el futuro. Creo que hay que canalizar todos los pensamientos y fuerzas colectivas en la misma dirección. Estoy aquí hasta el final. Si cada uno mira por si mismo, el barco se va a hundir. No veo que los jugadores piensen en su tema personal sino que prima el pensamiento colectivo".