El Málaga se sabe con los dos pies en Segunda División con siete partidos aún por disputarse. Dentro del vestuario el objetivo a día de hoy es tratar de mantener la cabeza erguida y finalizar el campeonato de la mejor manera posible. Competir hasta el final.
"La situación es muy difícil, pero siempre queda la dignidad, el honor y la lucha hasta el final. Es parte del deporte. No podemos rendirnos en ningún momento. Los partidos nos están costando mucho. Creer, luchar y dar la cara siempre estará ahí. El sentimiento que hay en el vestuario es de compromiso. Aunque esto esté muy difícil nadie va a tirar la toalla. Por nosotros, por el Málaga y por la dignidad vamos a seguir peleando", asegura Diego González en una entrevista en AS.
El canterano puede regresar al once el domingo ante el Real Madrid tras la baja por sanción de Luis Hernández. Su rodilla, que estuvo a punto de obligarle a pasar por el quirófano durante la temporada, está respondiendo. "Estoy bien. Sigo fortaleciendo la rodilla. Finalmente se consiguió evitar la operación y eso es de agradecer. Si un tratamiento es conservador, mejor. Era una lesión de cartílago", explicó.
El zaguero gaditano tiene contrato hasta 2021 y, a pesar de bajar a Segunda, afirma sentirse "muy a gusto y feliz" en Málaga. "Tengo tres años más de contrato. Me gusta mucho este club y la ciudad también. Me hubiera gustado que las cosas fueran distintas, pero eso no se puede controlar".
Diego también rememora la evolución que ha protagonizado como futbolista. Y es que el hoy defensa del Málaga fue atacante hasta juveniles. "Hasta entonces jugaba de extremo. Cuando llegué al Cádiz Antonio Calderón me reconvirtió a lateral-central. Primero lateral y luego ya de central. A mi entrenador en el Cádiz B no le gustaba la idea, pero cuando vio la evolución se acabó convenciendo. Me gusta más jugar como central zurdo", desveló.