El Atlético Malagueño encara el tramo final de temporada con el claro objetivo de lograr el ansiado ascenso a Segunda B. El filial blanquiazul es líder del Grupo IX de Tercera con cinco puntos de ventaja sobre el Almería B y un partido más por disputar, el aplazado ante el Linares. Los de Dely Valdés tienen en su mano salir campeones y ganarse el derecho a ascender superando una única eliminatoria. Y el técnico puede contar con varios 'refuerzos' cara a un final de curso que se presenta frenético.
No son fichajes como tal porque ya eran miembros del equipo, pero sí se pueden catalogar de altas porque llevan mucho tiempo lesionados. Hablamos de Samu Casado, José Carlos o Luismi, que empiezan a ver la luz al final del túnel.
El meta lleva varias semanas trabajando con el equipo tras sus problemas de tobillo. Tuvo que ser operado en diciembre y su recuperación no fue todo lo bien que se esperaba, pero afortunadamente su lesión ya es historia y si todo marcha según lo previsto podría volver a jugar antes de que acabe la temporada si Dely lo considera oportuno. Este miércoles le han dado el alta médica.
Luismi también ha recibido el alta hoy. El joven cordobés ha sufrido un auténtico calvario. En menos de un año tuvo dos lesiones graves en la misma rodilla, pero la buena noticia es que ya está recuperado. Deberá ir trabajando con cautela, pero si todo marcha bien y va cogiendo ritmo podría incluso ayudar al Malagueño en la recta final del campeonato.
El tercero en discordia es José Carlos, que se lesionó de gravedad en octubre. El centrocampista fue intervenido en noviembre de su rotura del ligamento cruzado anterior en la rodilla derecha y recientemente comenzó a trabajar con el equipo. Ahora deberá ir cogiendo ritmo y forma física tras estar varios meses apartado de los terrenos de juego.
El que todavía no está recuperado es Santi López, que también sufrió una grave lesión de rodilla esta temporada. El extremo granadino ya trabaja sobre el césped, pero aún le quedan varias semanas de trabajo en solitario.