Las goteras de Al-Thani

Corren malos tiempos para Abdullah Al-Thani, tal vez los peores desde que desembarcó en el Málaga hace ocho años. El balón ha dictado sentencia esta campaña y se han evidenciado las carencias de gestión que el club lleva arrastrando en su última época. El desorden general sin la presencia de un músculo ejecutivo de peso, responsabilidad y bagaje era una moneda al aire que este curso, tras la mejor etapa de la entidad en su historia, ha salido cruz. La preocupación en el entorno del Málaga es latente, y algunos sectores que rodean al club se han lanzado al ataque del que entienden que es el responsable directo: el presidente.

Da la impresión de que algo se mueve por detrás, de que algo se rumia. En un plazo de no más de dos semanas varias voces se han manifestado en contra de la gestión del jeque. Abrieron la veda los políticos más representativos de la ciudad. En plena Semana Santa, el alcalde, primero; y el presidente de la Diputación, el día después; se manifestaron en una línea similar en los micrófonos de Cope Málaga durante las procesiones del Lunes y el Martes Santo. Al-Thani entendió la postura institucional como un ataque y se inició un cruce de acusaciones con una incendiaria entrevista del jeque en La Opinión y un par de réplicas más no resueltas. De la Torre se apartó públicamente de la cruzada.
Para entonces, la Asociación de Pequeños Accionistas del Málaga, con más peso del que parece en este escenario, daba luz y taquígrafos a un comunicado que masticaba desde hacía semanas y que se resume en gracias por todo Al-Thani, pero vende o delega. El mismo se elevó a público en todos los medios y fue entregado físicamente el pasado lunes en las oficinas del club. Al-Thani también tuvo respuesta para ellos, en este caso vía Twitter, insistiendo en que el club no está en venta. Ciertamente, es que no puede venderlo unilateralmente por el litigio que mantiene abierto con BlueBay, que también ha reaparecido en plena marejada y tras el último fallo judicial en contra del jeque dentro de su batalla penal.
La hotelera, que reclama la gestión del club y el 49% de las acciones de Al-Thani, emitió este lunes un comunicado en el que se posicionaba con las instituciones y se desmarcaba de “cualquier maniobra, negociación o acuerdo con terceras partes respecto del accionariado o control del Málaga”. No quieren vender su parte, quieren gestionar, insisten en BlueBay, que esperan fecha del juicio civil por su trozo accionarial y que también tuvieron respuesta tuitera presidencial.
Y todo ello en un marco desazonador a nivel deportivo en el Málaga. Con la certificación virtual del descenso a Segunda y lo que eso conllevaría, con la dolorosa efeméride del lustro de Dortmund y en vísperas de la visita del Real Madrid. Está por ver qué acciones toman y cómo se posicionan los malaguistas que acudan al partido (muchos serán aficionados del Madrid). Hasta hoy, la gran mayoría de los seguidores ha insistido en los últimos encuentros en la marcha de Al-Thani y poco más, y sin nadie de la propiedad en el palco para escucharlo en directo.