En-Nesyri marcó el segundo gol del Málaga ante la Real Sociedad. El marroquí aprovechó un buen centro de Chory Castro para fusilar a Rulli. Un tanto algo amargo que la afición apenas celebró. El joven delantero tampoco lo festejó de manera muy efusiva. Primero se lo dedicó a alguien ante una de las cámaras haciendo un corazón con las manos, y luego pidió perdón a La Rosaleda.
Levantó los brazos en señal de disculpas mientras sus compañeros iban a abrazarles y luego juntó las manos también mirando a la grada para pedir perdón por el descenso consumado el jueves en Valencia. El marroquí fue uno de los pocos jugadores a los que La Rosaleda no pitó, de hecho se aplaudieron varias de sus acciones por su entrega.