José Bordalás tuvo un bonito detalle al final del partido entre el Málaga y el Getafe, el último de la temporada para ambos y el de la despedida de Primera para el equipo blanquiazul. Los jugadores locales, aunque ya lo tenían asumido, se mostraron muy dolidos tras el pitido final de Trujillo Suárez, y el entrenador azulón quiso tener un gesto de empatía con ellos.
Bordalás fue saludando uno por uno a todos los jugadores del Málaga, al menos a los que pudo cruzarse por el camino, sobre el césped de La Rosaleda. Entre ellos tuvo gestos cómplices con Rolan, En-Nesyri, Iturra o los jóvenes debutantes: Juan Cruz y Álex Robles (en la foto), entre otros. "El Málaga es un grandísimo club y un grandísimo equipo", dijo luego en rueda de prensa.