El paso por Málaga de Fernando Tissone no fue un gran éxito. Fue profesional, pero La Rosaleda lo convirtió en ocasiones en motivo de chanza. Dejó algún episodio grotesco, como aquella vez que en un partido de pretemporada en Argentina falló un penalti a lo Panenka. Tras acabar contrato con el Málaga en 2016 pasó una temporada en blanco. Se le podía ver ejercitándose en Inacua para no perder la forma y trabajó con el Marbella, pero no encontró equipo.
Empezó la temporada actual en el Karpaty ucranio, pero en el mercado invernal fichó por un equipo portugués, el Desportivo Aves. Vila das Aves es un pequeño municipio de menos de 10.000 habitantes, entre Oporto y Braga, al norte de Portugal. Este domingo tuvo, probablemente, el día más importante de su historia. Con Fernando Tissone como titular, 90 minutos en el césped, consiguió una de las grandes sorpresas de la temporada en el fútbol europeo. Conquistó la final de Copa en Portugal, la Taça, tras derrotar por 2-1 al Sporting de Portugal.
El gran favoritismo del Sporting, uno de los tres grandes de Portugal y una de las grandes factorías del fútbol europeo (Futre, Figo o Cristiano, por citar a Balones de Plata u Oro, salieron de su cantera), se diluyó por la situación institucional, con sospechas de corrupción y agresión de ultras a jugadores del equipo después de que fallaran a la hora de firmar la clasificación para la Champions. Y allí estuvieron Tissone y sus compañeros para firmar una de las gestas de la temporada.