Juan Ramón Muñiz ha sido presentado este mediodía en La Rosaleda en un deja vù en el que el técnico asturiano no dejado de ser el de siempre. En fondo y en forma. Un Muñiz en estado puro que ha apelado a sus exitosos valores de siempre: humildad, unidad, colectivo, transparencia… Ha sido el Muñiz de antaño, aunque no han sido pocos sus titulares y sus avisos. “Con el escudo no se gana”, ha sido uno de ellos.
Arropado por los consejeros consultivos Francisco Martín Aguilar, Abdallah Ben Barek y Antonio Benítez, y por el director deportivo José Luis Pérez Caminero, Muñiz, que firma hasta 2020, ha desglosado durante 27 minutos las líneas maestras de su nuevo proyecto en el Málaga, un “proyecto de todos”, como ha calificado. “Una de las partes del éxito es que consigamos ir de la mano”, siguió Muñiz, que recordó que “el club ha crecido en todo”, pero que “ahora tenemos que volver, con esa estructura, a tener la humildad suficiente. Tener los pies en el suelo es clave”.
“No es una persona la que consigue un objetivo, lo consiguen un conjunto de personas: presidente, aficionados, club, cuerpo técnico, jugadores, prensa… Hay que conseguir que todos vayamos de la mano”, insistió Muñiz, que ascendió a Primera con el Málaga y con el Levante, y que lo rozó con el modesto Alcorcón. Para él, la afición es fundamental: “Gana puntos y partidos. Van ocho mil abonados y tenemos la responsabilidad de responder a esa gente. Hay que conseguirlo a base de no mirar el reloj”.
Para ello, Muñiz antepuso el colectivo a las individualidades tanto en el campo como fuera de él: “Un buen equipo te gana partidos, tenemos ejemplos muy claros en el Mundial, con una individualidad no nos vale y eso lo llevamos desde el campo a todos los sitios. El equipo somos todos, y aquí trabajamos para el Málaga, no para nadie individualmente. El Málaga es el que se va a beneficiar de nuestro trabajo”.
Muñiz tocó además los siguientes temas:
Negociación dilatada. “Hubo varias etapas. La primera vez que contactamos fue hace unos meses. Estaba un cuarto de liga por jugarse. No era un momento para avanzar mucho más. Ahora ya hay un nuevo director deportivo, una nueva situación, un proyecto más definido con todo lo que conlleva y con el futuro más esclarecido. Doy las gracias a todos para que pudiera venir porque para mí llegar a un sitio y conocer a todo el mundo es la primera vez que me ocurre. Vivimos situaciones difíciles y se supo salir de allí, debemos poner en marcha esas pautas. Para mí es un placer estar aquí. Vamos a pasar momentos y los tenemos que superar. Estar aquí como entrenador local es un placer y para mi familia también. José Luis me ha transmitido su ilusión de que va a salir bien. Vamos a necesitar de todos, y vamos a aportar mucho trabajo, empezando por llegar preparados para competir el primer partido”.
Humildad. “Yo lo primero que dije es que agradezco a todos los interlocutores anteriores por su interés en que pudiera formar parte de este proyecto. Ves que el proyecto se va definiendo, la pretemporada ya está encima, hubo una indefinición ya aclarada y desde el primer momento la sintonía fue muy buena. Lo podemos conseguir a base de esfuerzo, de sacrificio y de mucha humildad. Es todo diferente, las instalaciones de antes, el club ha crecido en todo, ahora tenemos que volver con esa estructura a tener la humildad suficiente. Tener los pies en el suelo es clave y saber a dónde puedes llegar y cómo puedes llegar a ese sitio”.
Ilusión. “Lo he notado. He pasado aquí unas vacaciones y ya lo notaba. Eso te hace tener más responsabilidad, ves que la gente apoya el proyecto, el momento difícil en el que estamos. Y somos conscientes de esa dificultad y somos realistas. Eso es fundamental. Una de las partes del éxito es que consigamos ir de la mano y la afición es fundamental, la afición gana puntos y partidos. Debemos responderles dejando todo lo que tenemos en el campo. Debe ver que nos vamos a dejar el alma para ganar. La gente se tiene que ir orgullosa de ser de este equipo y de la grandeza que tiene. El Málaga es otra historia y hay que sacarlo adelante entre todos”.
Responsabilidad. “No me gusta diferenciar todo el mundo tiene una responsabilidad grande en su trabajo. Tienes que responder a esas expectativas. Y se responde a base de ilusión con ganas de mejorar y progresar. Somos la cabeza visible de un club, hay mucha gente que trabaja y no se le ve y todos tenemos que trabajar sin ninguna opinión diferente, con el camino marcado y sabiendo qué tiene que hacer cada uno para ayudar al equipo a conseguir los objetivos. No es una persona la que consigue un objetivo, lo consiguen un conjunto de personas: presidente, aficionados, club, cuerpo técnico, jugadores, prensa… Hay que conseguir que todos vayamos de la mano. Somos conscientes de que los medios sois una parte muy importante del proyecto, transmitir al aficionado que ellos son la parte más importante. Van ocho mil abonados y tenemos la responsabilidad de responder a esa gente. Hay que conseguirlo a base de no mirar el reloj”.
Dely Valdés. “La participación que tiene que tener el filial, Dely y cualquier equipo de La Academia es fundamental. La relación con Dely es estupenda. Estos días he estado hablando con él, es una persona que se puede considerar amigo. Es humilde, en el puesto que esté lo hará bien, lo hará mirando por el club. Aquí trabajamos para el Málaga, no para nadie individualmente. El Málaga es el que se va a beneficiar de nuestro trabajo. Tenemos que ser conscientes de eso que representamos y hay que darlo siempre todo, salir del campo siempre con la cabeza alta, y dar antes que pedir, dar ilusión, ganas, trabajo…”.
Pasado. “El pasado ya no vale. Cuando entré en el Málaga tenía el pelo negro y ya me queda poco. Si ves una foto de cuando llegué. Tenía 34 años. Veía a mis hijas corriendo y jugando por el campo y tengo fotos en casa y me veo más guapo (risas). Pero el tiempo pasa, lo bueno es que pase y que nos sigamos viendo”.