Apareció nublado un día que llevaba cocinándose cerca de un lustro. Un cielo gris que se camuflaba bien con el cabello canoso del héroe del acto, Manuel Pellegrini. El arquitecto del mejor Málaga de todos los tiempos, su gran obra magna. Un trienio dorado donde el técnico chileno elevó al club de Martiricos a unas cotas inimaginables hasta principios de esta década. Un recuerdo aún patente, más si cabe, en la ciudad y en el imaginario blanquiazul, que ahora navega por el lodo de plata.
"Málaga significa muchísimo para mí", decía el Ingeniero en una declaración sin imposturas. La capital de la Costa del Sol caló en la rutilante carrera del entrenador. Queda un pedazo de Málaga en su corazón y viceversa. El cariño que se le guarda a su persona fue manifiesto en una mañana para honrar a su persona. Minutos antes del acto ya se acumulaban aficionados en las inmediaciones de la rotonda que desde este martes lleva su nombre para siempre. Cerca de la de otros mitos del malaguismo como Viberti o Migueli. Da alcance de lo que significó para la historia de la entidad Pellegrini.
La presencia de personalidades de máxima trascendencia en el Málaga también ofrece dimensión. No dudaron en arropar al chileno los consejeros consultivos del club Antonio Benítez y Abdullah Ben Barek con los que se fundió en un cariñoso abrazo. Al igual que con Paco Martín Aguilar, consejero de Protocolo y Relaciones Institucionales. También quiso estar a su lado en una fecha significativa el abogado Joaquín Jofre. Al igual que los ex jugadores Duda y Weligton, que estuvieron a sus órdenes en sus tres años al frente del banquillo de La Rosaleda. De igual forma, varios cargos institucionales de relevancia, como el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo; el Diputado de Deportes, Cristóbal Ortega; la concejala de Deportes del Ayuntamiento, Elisa Pérez de Siles; o el cónsul de Chile, Antonio Checa. No pudo acudir Francisco de la Torre, alcalde de la ciudad, presente en una comisión.
"Cuesta encontrar palabras para agradecer. Todo el mundo sabe que una de mis mejores decisiones fue venir. Fueron tres años grandes en lo deportivo, pero me quedo con la parte humana. Haber perdido eso sería impagable. Esta glorieta es la unión definitiva entre Málaga y mi persona", comentó un emocionado Manuel Pellegrini, acompañado de cerca por su mujer, Carola Pucci.
"Es vital en la historia del Málaga y de toda Málaga. Sabemos donde nos llevó y cómo nos hizo soñar. Cuando el jeque nos dijo una noche que lo quería, no nos lo creíamos. Fue un honor porque es un caballero del fútbol", concedió Martín Aguilar, piropos que también le lanzó Elías Bendodo: "Hace tres meses coincidimos y me recordó que se le había concedido una rotonda. Hoy estamos aquí. Nos hizo soñar a muchos con tocar el cielo. Es complicado saber irse y Manuel supo hacerlo. Estamos reconociendo lo mucho que hizo", aseguró el presidente de la Diputación, que dejó la puerta abierta a un regreso: "A veces las segundas oportunidades son buenas".
Un baño de agradecimientos para el entrenador que puso en el mapa europeo al equipo blanquiazul. Impecable en lo deportivo y afable en el trato, Pellegrini ya cuenta con el reconocimiento de las dos instituciones más importantes, después de que también se le entregase la Medalla de Oro de la provincia hace unos años. Una singular ofrenda para la persona que encumbró al Málaga.
es poco una rotonda para este hombre. Además de gran entrenador una bellísima persona. Muchas gracias don Manuel, aquí se le querrá siempre.