La mala racha competitiva del Atlético Malagueño se ha cobrado su primera víctima. Dely Valdés puso tras el partido ante el Cartagena su cargo a disposición del club, aceptando el Málaga la iniciativa del panameño, que no se sentará en el banquillo del filial blanquiazul el domingo frente al UCAM Murcia. El Málaga, tras no confirmar ni desmentir una noticia que estaba en el alero desde el lunes, ha anunciado este mediodía su marcha a través de un comunicado en el que agradece la "dedicación y el trabajo". El técnico firmó el martes su rescisión, con el visto bueno posterior de la propiedad y la actual oficialización. El club busca ahora un relevo, que podría venir desde la propia entidad (Bravo, en el juvenil, está en las quinielas) o desde fuera.
Dely se hizo cargo del equipo el pasado mes de enero tras el despido de Manel Ruano. En su haber, el ansiado ascenso del Malagueño la pasada campaña. Dely Valdés consiguió subir al filial a Segunda B, pero el regreso a la categoría de bronce no ha sido el soñado. Más bien ha sido una pesadilla. La planificación en verano ya fue tardía, compleja y dependiente del primer equipo. Se marcharon muchos jugadores importantes y apenas llegaron refuerzos. Y el comienzo de temporada no ha podido ser peor. El Malagueño ha perdido sus siete primeros partidos en el Grupo IV y no ha dado síntomas de recuperación en ningún momento.
Las sensaciones y el juego no invitaban al optimismo. El filial sólo ha marcado un gol en siete encuentros, teniendo muchísimas dificultades para crear ocasiones. Además, ha cometido errores puntuales que han costado muchos puntos y también ha tenido mala fortuna. Suele ocurrir que en este tipo de dinámicas tan negativas todo viene en contra. Rafa Gil, director de La Academia, dijo estar convencido de que el Malagueño iba a dar la vuelta a la situación y expresó su "total confianza" en Dely Valdés, pero el filial no ha sido capaz de levantar la cabeza. Gil, eso sí, destacó que bastantes jugadores del Malagueño son fijos en el primer equipo. La pregunta es ¿competir o formar?