Rodrigo José Galatto llegó al Málaga en el verano de 2010, en el primer verano de Al-Thani en la propiedad del club. Procedente del Litex Lovech búlgaro, el meta brasileño no cumplió las expectativas pese a que hubo una larga espera burocrática para poder contar con él y se perdió la primera jornada de Liga por ello.
Fue aquella temporada 2010/11 convulsa en la portería malaguista. Hasta cinco metas jugaron entre cuatro y 15 partidos oficiales: Willy Caballero, Arnau, Rubén, Sergio Asenjo y el propio Galatto. No convencían ninguno de los tres porteros originales, se fichó a Asenjo, que se rompió, y llegó Willy Caballero para coger la titularidad.
Galatto jugó cuatro partidos, en los que recibió 12 goles. Una vez se consumó la marcha de Jesualdo Ferreira para traer a Manuel Pellegrini, no contó ya en los planes del técnico chileno. Se marcharía al Neuchatel suizo y después jugaría en varios equipos menores de Brasil hasta que se retiró en 2017.
El portero (1.93 metros y 35 años) es noticia ahora en su país porque se ha pasado a la política. Ha habido elecciones presidenciales el pasado domingo, con futbolistas históricos en las listas para diputados, como Romario o Bebeto, y otros posicionándose (Ronaldinho, Rivaldo o Juninho Pernambucano) en la pelea por la presidencia.
Y uno de los que se presentó como candidato a diputado federal fue Galatto. Concurrió por el estado de Rio Grande do Sul, allí donde nació, en Porto Alegre. Lo hizo con el Partido Popular Socialista (PPS). No tuvo demasiado éxito el ex malaguista, que recibió 37.444 votos y no fue elegido. Acabó en la posición 310º y no entró siquiera en la lista de suplentes.
Galatto, diplomado en Educación Física, es ahora empresario, representante comercial y regenta un restaurante especializado en marisco Gravataí, en las afueras de Porto Alegre. El ex malaguista es conocido y respetado en un club histórico como el Gremio porque fue pieza clave en el ascenso del club en 2005.