La rehabilitación de Juanpi

La sufrida victoria ante el Albacete dejó un héroe indiscutible: Blanco Leschuk. El delantero argentino marcó los dos tantos que le dieron la vuelta al marcador, pero la quinta victoria de la temporada en casa también contó con unos cuantos actores secundarios que tuvieron una relevancia notable en el desenlace del choque. Uno de ellos fue Juanpi Añor, que firmó su mejor partido con el Málaga en mucho tiempo y que empieza a evidenciar que su rehabilitación futbolística es un hecho.

Juan Ramón Muñiz le sumó al grupo cuando quedó cerrado el mercado de fichajes y se confirmó que el mediapunta continuaría en la plantilla blanquiazul. Desde entonces, el vinotinto ha mostrado una implicación a la altura de las exigencias del técnico y se ha ido ganando el sitio en el equipo hasta convertirse en titular y en pieza importante.

Arrancando desde la derecha, la posición en la que se afianzó en el primer equipo de la mano de Javi Gracia y en la que apenas había vuelto a jugar, Juanpi ha ido subiendo sus prestaciones sobre el terreno de juego. Ante el Albacete ofreció siempre soluciones en ataque, con chispa, moviéndose con plena libertad y asumiendo un rol protagonista. Cuando el partido se puso cuesta arriba, Muñiz le retrasó al doble pivote para buscar amplitud en los extremos con Ontiveros e Hicham. Y siguió brillando y liderando la ofensiva blanquiazul.

El malaguismo espera que el del Albacete sea el primer gran partido de muchos de un Juanpi Añor recuperado para la causa. La Rosaleda, que no hace mucho le silbaba y le dedicaba cánticos no muy agradables, ayer quedó rendida al fútbol del internacional venezolano. La ovación cuando se marchó al banquillo (en su lugar entró el marroquí Badr Boulahroud) fue atronadora. El '10' devolvió el cariño y los aplausos a la hinchada blanquiazul. Con Juanpi, el Málaga y Muñiz ganan a un futbolista mayúsculo. Un jugador que puede ser un elemento diferencial en la pelea por el ascenso a Primera División.