El Málaga camina con paso firme. Muñiz repite por activa y por pasiva que no es momento de mirar a la clasificación ni de hablar de ascenso. Pero la realidad es que el equipo marcha. Sin dar la sensación de pasar por encima de casi ningún rival, el Málaga compite, no se va de los partidos. Y eso es muy importante. En los encuentros ante el Lugo y el Albacete, el primero y el último, quedó demostrado. Dos duelos en los que el equipo blanquiazul se puso por detrás en el marcador y consiguió remontar en apenas tres minutos. El gol en contra no descompuso al equipo como en otras etapas pasadas.
El caso más reciente fue el de este viernes en La Rosaleda. Tras un primer tiempo en el que el Málaga propuso más, el Albacete se adelantó por medio de Bela, que convirtió en el minuto 58 el penalti que le hizo Pau Torres a Zozulya. Fue terminar de celebrarlo el conjunto manchego, y parecía que había marcado el Málaga... Quizás no esperaban los visitantes el factor que supone tener a La Rosaleda a tus pies.
La afición llevó en volandas a los suyos cuando más lo necesitaban, y el equipo respondió a las mil maravillas. Marcando dos goles en tres minutos, remontando y ganando el partido. Los dos tantos fueron obra de Blanco Lesckuk, el primero en el minuto 64 y el segundo en el 67. De ahí al final, el Málaga supo contener a un buen Albacete, quizás el mejor equipo que ha pasado por Martiricos en lo que llevamos de curso (el resumen del partido, en vídeo).
Una historia parecida a la de Lugo, con una remontada todavía más frenética. Era el primer encuentro del curso, y arrancó de la peor manera posible. El Málaga encajó el 1-0 en el minuto 6 tras un error de Ontiveros, y le costó sobreponerse. Pero lo hizo ya en el tramo final del encuentro, y también en tres minutos. El tanto de la igualada fue de Juankar en el 86', y en el 89' fue N'Diaye el que se hizo enorme, se elevó por encima de todos y con un gran cabezazo hizo el 1-2 al borde del tiempo reglamentario (el resumen en vídeo del Lugo-Málaga).
El Málaga tiene jugadores desequilibrantes. Quizás varios de los mejores de la categoría. Obviamente, la calidad decide partidos. Pero también ese coraje y esa convicción que está demostrando el equipo, ese empuje y esas ganas de dejarlo todo sobre el césped. Y en estas dos remontadas en tres minutos queda reflejado ese tesón y ese carácter que Muñiz quería que tuviera su Málaga desde el minuto uno de su llegada.