Se ciernen las primeras críticas sobre el Málaga de Juan Ramón Muñiz. Señalan en algunos casos al mal juego del equipo en diferentes tramos de estas primeras diez jornadas de LaLiga 1|2|3 y en otros más resultadistas al bajón irrefutable que el cuadro blanquiazul experimenta fuera de casa (1 punto de los últimos 9). Sin embargo, y sin que sirva esto como atenuante (o sí), existen varios datos que ayudan a entender la complejidad que tiene vencer como equipo visitante en esta categoría. El tópico puede empezar a resultar cansino, pero Segunda es una división muy particular donde es difícil rascar como forastero y donde ponerse por detrás es casi sinónimo de chasco.
¿Qué habría pasado el viernes si Blanco Leschuk hubiera convertido su ‘mano a mano’ con Francis con 0-0? Igual el Málaga habría canjeando tres puntos más en la máquina registradora. Pero no, el Elche fue mejor en las áreas y se hizo fuerte en su feudo, y el equipo blanquiazul se volvió a casa sin un triunfo a domicilio. Curiosamente, o no, le ocurrió lo mismo a los otros diez visitantes de la jornada. En la quiniela de Segunda en la fecha 10 no hubo ningún ‘2’. Todo fueron victorias locales o empates. Los otros equipos más en forma, esos que asustan con su aliento en la nuca (Granada o Deportivo), también se dejaron puntos en Santo Domingo y en El Arcángel, o el propio Las Palmas hace una semana en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
No es fácil ganar a domicilio en Segunda. Una visión más global la da comprobar que sólo 21 de los 110 partidos que se han jugado hasta la fecha han acabado con derrota del equipo local. Un par de triunfos por jornada de media, mientras que, por poner un marco de referencia, en Primera se han ganado fuera de casa 30 de los 88 duelos disputados hasta la fecha (más de tres por jornada). En lo que se refiere a puntos, 100 de los 330 puntos disputados se han sumado a domicilio en la Liga 1|2|3 por los 118 sobre 264 en LaLiga Santander. La diferencia es notoria.
Con todo, el Málaga es con 7 puntos uno de los mejores equipos de la categoría lejos de casa, sólo superado por el Deportivo (9, y un partido más) y el Alcorcón (8). Da cabida cuenta este análisis somero y numérico de la importancia de hacerse fuerte como local. Así, hasta la fecha y con el aval de un público fiel e involucrado, La Rosaleda en liga se ha convertido en una fortaleza inexpugnable con 15 puntos sobre 15 posibles que le dan al equipo de Muñiz el pegamento necesario para seguir en lo más alto de la tabla.