Antes de marcharse lesionado a la hora de partido, Koné volvió a dejar destellos sobre el césped de El Sadar. Por entonces ganaba el Málaga merced al gol de Pau Torres. Después, unas controvertidas decisiones arbitrales conducirían hacia la tercera derrota de la temporada. En el minuto 40, el africano le haría un increíble regate a Lillo para marcharse de él. Después no atinaría a poner un buen centro, por lo que la jugada se perdería, pero el gesto técnico fue fabuloso.