Es Noticia

Un termómetro en el avispero

Boulahroud, en el Campo Anexo.
J. M. Noguera

Hacía meses que el Málaga no afrontaba un partido desde su particular atalaya, forjada desde el inicio, en LaLiga 1|2|3. Cambió el liderato de provincia y los de Muñiz vuelven a opositar al trono de plata. No preocupa en el seno del club de Martiricos, conscientes que las victorias de etapa son un simple premio en una carrera de largo aliento. En El Molinón, en la primera vez sin Quini, espera un Spoting de Gijón donde hay marejadilla. Hay necesidad de puntos en la visita de un cuadro blanquiazul paliado de bajas. El avispero asturiano será buen termómetro.

Cuatro pilares se quedan en Málaga

El técnico gijonés, que vuelve al lugar donde dio las primeras patadas a un balón, tendrá que reestructurar su once tipo. No podrá contar con cuatro pilares básicos hasta ahora. Luis Hernández se lesionó esta semana y es posible que no juegue hasta 2019, como reconoció Muñiz. También se lo pierden por cumplir el primer ciclo de tarjetas el capitán Ricca, Adrián y Ontiveros. En Pamplona fue expulsado N'Diaye, al que el comité lo sancionó con un partido. Sí estará Blanco Leschuk, al que le retiraron la segunda amarilla. Ello provoca que hay siete novedades en una lista donde están citados Iván Jaime y Keidi Bare y se estrena Haksabanovic. Hay múltiples ideas para paliar las bajas, pero parece que Lombán, Diego González, Boulahroud y Lacen parten con cierta ventaja para salir de inicio.

Un rival en aguas revueltas

No son tiempos para la lírica en Gijón, con el equipo más cerca del descenso que del play off. Una plantilla confeccionada para retos ambiciosos, que aún no responde. Son vulnerables lejos de casa y tienen dificultad para ver puerta de forma continua, dos déficits que son una rémora trascendente. Entre tanto, Rubén Baraja está en el aire. Ratificado por el director deportivo Miguel Torrecilla, su permanencia parece cuestión de supervivencia. El vallisoletano esconde sus cartas de cara a un duelo clave. El entrenador introducirá algunas variantes en el once en pro de dar toques de atención y activar a un equipo alicaído. No parte con grandes probabilidades de ser titular el cordobés Álvaro Jiménez, que estuvo cerca de ser blanquiazul. 

Debilidad lejos de La Rosaleda

Este Málaga aún tiene asignaturas pendientes. Una de ellas es el rendimiento lejos de la Costa del Sol. Sumó un punto, el empate frente al Deportivo en Riazor, de los últimos 12 posibles. Una herida que aún no escuece demasiado, pero que va ganando profundidad. No es menos cierto que el partido de Pamplona se desenvolvió por unos cauces especiales. Hasta entonces, el equipo compitió y estaba cerca de sumar en un escenario difícil. El Molinón también tiene ese aura. Para seguir arriba a largo plazo, trasladar la solidez de Martiricos a domicilio se antoja fundamental.

La segunda plaza, en el aire

Desde el comienzo liguero, el conjunto malagueño ostenta los puestos que dan pasaje directo a LaLiga Santander. Este sábado, el Málaga durmió cuarto tras las victorias del Alcorcón y el Dépor, pero en El Molinón tiene la oportunidad de romper esa mala racha a domicilio y colocarse segundo, o incluso primero si el Granada pincha ante el Numancia en casa.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar