El Málaga visita este sábado a un Real Oviedo que necesita dar una alegría a los suyos. Los astuarianos llegan tras dos derrotas consecutivas, una racha proporcionalmente inversa a la del conjunto blanquiazul, que ganó sus dos últimos partidos. Juan Ramón Muñiz está muy contento con el trabajo que están haciendo sus jugadores, y lo normal es que el once que saque en el Carlos Tartiere sea continuista.
El entrenador asturiano se va a ver obligado a hacer una única variación por obligación. N'Diaye está sancionado por acumulación de tarjetas amarillas y no viajó a Oviedo, por lo que Lacen volverá a hacer de pivote de guardia y acompañará a Adrián en la medular ante el conjunto carbayón. Nueva oportunidad para el mediocentro argelino, no así para Boulahroud, que se ha quedado en la Costa del Sol por unas molestias en el adductor de su pierna derecha.
La coyuntura era propicia para que el marroquí, que está participando muy poco, entrara en la lista e incluso pudiera disputar algunos minutos en el Tartiere, pero esa dolencia muscular la ha impedido viajar a Asturias. Su lugar en la expedición lo ocupa el jugador del Atlético Malagueño Keidi Bare, que ya debutó oficialmente con el primer equipo ante el Sporting de Gijón en El Molinón, precisamente la última vez que entró en una convocatoria de Muñiz. El argelino, que estará en el banquillo del Tartiere, fue una de las novedades de la lista junto a Héctor Hernández, que entra por el también 'tocado' Haksabanovic.
El resto del once puede ser calcado al del derbi del pasado viernes ante el Cádiz. Munir defenderá la portería blanquiazul, Cifu y Ricca ocuparán los laterales, Diego González y Ricca formarán el eje de la zaga y Blanco y Harper harán pareja en la delantera. En las bandas puede haber alguna duda, pero lo normal sería que Juanpi y Dani Pacheco repitiera como extremos. Ambos hicieron una notable segunda mitad frente al Cádiz, aunque Ontiveros también aprieta.