De saborear las mieles de la Champions League a pelear por el ascenso a Primera. Málaga y Osasuna son a día de hoy candidatos a subir a la máxima categoría del fútbol español, pero años atrás vivieron situaciones muy diferentes, cada uno en su momento y a su manera. Ambos comparten una aventura relativamente reciente en la Champions League, en el caso del Málaga todavía más cercana y exitosa.
El conjunto blanquiazul, dirigido por Pellegrini por aquel entonces, se clasificó por primera vez para la máxima competición continental y llegó hasta cuartos de final en la temporada 2012/13. Fue la gran sensación y revelación de aquella edición de la Liga de Campeones, pero acabó cayendo en Dortmund de una manera cruel e injusta. Antes, eliminó al Oporto en octavos de final y se clasificó como primero de grupo por delante del Milan, el Zenit y el Anderlecht, casi nada. Para llegar a esa fase de grupos tuvo que eliminar en la ronda previa al Panathinaikos, y lo hizo con sobriedad. Aquel equipo liderado por Joaquín, Isco, Toulalan o Demichelis, entre muchos otros, siempre quedará en el recuerdo del malaguismo.
La experiencia del Osasuna en la Champions es más lejana, pero también ha quedado marcada en la memoria de la afición rojilla. No llegó tan lejos el equipo navarro, que se quedó a las puertas de la fase final tras caer de manera amarga en la ronda previa ante el Hamburgo en agosto de 2006. Su cuarto puesto en Liga en el curso 2005/06 le permitió jugar ese cruce, pero finalmente no fue capaz de clasificarse para la competición en sí.
En el partido de ida, Osasuna no pasó del empate sin goles en Alemania (0-0), lo que dejó la eliminatoria abierta para la vuelta en El Sadar. Ambientazo tremendo el que se vivió en el estadio rojillo aquel día. Todo empezó bien, con un gol de Cuéllar en el minuto 5, pero un tanto Nigel De Jong acabó dejando fuera de la Champions a ese histórico Osasuna en el que jugaban futbolistas como Monreal, Raúl García, Soldado o Milosevic.