Hay un problema evidente con el gol en el Málaga. La solidez en el área propia contrasta con la poca eficacia en la contraria. Los números ofrecen una perspectiva completa. En 29 jornadas los de Juan Ramón Muñiz anotaron 30 goles. Sólo el Nástic de Tarragona, el Lugo, el Rayo Majadahonda y el Tenerife celebraron menos. Por el contrario, encajaron 21 tantos. El Granada es el único que tiene un cerrojo más fiable. Una disparidad que analizaba en su comparecencia, casi centrada en el 'Caso Pau Torres', antes del partido con el Numancia el técnico asturiano. "Si fuéramos los segundos goleadores estaríamos en Primera", decía.
El gijonés analizaba la cuestión. "La parte de goles en contra la tenemos totalmente equilibrada, nos falta equilibrar la de goles a favor. Sabiendo que es lo más difícil. Una cosa es los números y otra la dificultad, no es fácil. Nosotros somos conscientes de la situación. Lo bueno de los goles en la categoría es rentabilizarlos y cuando haces uno que sea muy difícil perder el partido", comentaba Muñiz, que iba más allá: "Me preocupa que en estos partidos que quedan tengamos ese gol y rentabilicemos bien esos goles, que les saquemos partido y sumemos puntos. Lo anterior nos ha dado para llegar a esta jornada quedando tres meses de competición y estar preparado para competir por un objetivo muy importante. El equipo está en esa posición".
El entrenador blanquiazul profundizaba en el asunto. "Ahora voy a pensar que si tenemos un buen equilibrio de goles a favor y en contra de aquí al final el equipo puede conseguir ese objetivo sin ningún problema. Sobre todo, porque a mí me lo está demostrando cada día. El lunes pasado me voy disgustado porque hemos perdido un partido que el equipo no mereció perder. Hizo muchas cosas para ganarlo, muchísimas cosas para sentenciar el partido incluso en la primera parte, pero cuando no lo sentencias puede ocurrir que el equipo rival te remonte. Como en alguna ocasión nos pasó a nosotros a favor. Mi disgusto era que el jugador no vio recompensa al esfuerzo y al trabajo que hizo", explicaba.
Muñiz: "Al final los delanteros viven del gol y los primeros preocupados cuando no hacen son ellos, pero mi confianza es total"
No cree Muñiz que sea cuestión de trabajo. "Se trabaja, todo en el fútbol se trabaja. Casi nada suele ir por casualidad. Se trabaja, se exige y ellos trabajan y se exigen. Al final los delanteros viven del gol y los primeros preocupados cuando no hacen son ellos. Yo siempre comento que nuestros delanteros por sus características aportan mucho más que eso y el equipo va ahí durante toda la temporada porque ellos aportan muchas cosas para que vaya ahí. Las rachas de los delanteros cambian. Así como al principio hacíamos gol cada vez que tirábamos a puerta, ahora cuesta más", aseguraba.
No le pierde la fe el asturiano a los delanteros. Seleznov aún no se estrenó, Harper lleva cuatro goles, dos menos que Blanco Leschuk, que lleva 17 partidos sin ver puerta. Muñiz hace un análisis más global. "Mi confianza en ellos es total. Sé lo que se esfuerzan, sé lo que trabajan, sé lo que se cuidan, sé lo preocupados que están... Les quito la preocupación porque siempre diferencio delanteros que sólo viven del gol de los que aportan muchas otras cosas al equipo. Nosotros, por suerte, tenemos de los que aportan otras muchas más cosas", reconocía el técnico, que ahondaba: "Tengo máxima confianza en los jugadores que están participando. A parte, que están participando todos. Vas a una lista de minutos y hay un 90 y pico por ciento de la plantilla que lleva una serie de minutos considerables para afrontar este final de temporada con una serie de garantías para lograr que el equipo consiga sus objetivos".
El preparador del Málaga tiene claro su papel. "Siempre hablamos de que cuando empieza la temporada tienes que tener la máxima tranquilidad en todos los momentos. El primero que la tiene que ofrecer es el entrenador, que lo que va a valorar siempre es el trabajo de cada uno. Hasta ahora están trabajando todos muy bien. Lógicamente, si lo acompañas con números mucho mejor para el equipo. El entrenador no tienen ninguna queja del trabajo de nadie, de la profesionalidad, ni al esfuerzo o el juego que se hace cada día. Por lo tanto, el entrenador debe mostrar mucha tranquilidad en los tramos finales. No puedes ir dando palos de ciego a unas alturas de temporada que no lo permite", cerraba.