Munir fue de los pocos jugadores del Málaga que se salvó de la quema en Los Cármenes. Tras el encuentro, el marroquí fue uno de los jugadores que desfiló por la zona mixta del estadio del Granada. Y lo hizo para tratar de lanzar un mensaje positivo tras el durísimo golpe encajado en territorio rojiblanco. "Hay que mirar la parte positiva, quedan 27 puntos y no hay nada imposible. Nadie dijo que esto iba a ser fácil. Para conseguir cosas difíciles hay que dar el máximo", esgrimió.
El partido estuvo marcado por dos jugadas decisivas en el comienzo de cada tiempo: el gol de Puertas y la roja a N'Diaye. "Dos jarros de agua fría en dos momentos importantes ante un rival que apenas encaja goles. A nosotros, con el resultado en contra, nos cuesta. A raíz de la expulsión, el equipo reaccionó bien, tiró de orgullo y garra, peleamos hasta el final. Fueron los mejores momentos con uno menos, hay que quedarse con eso y ver la parte positiva. Sabemos que de aquí al final esa es la versión que tenemos que dar. ¿N'Diaye? Está fastidiado, es una decisión rigurosa porque no es una acción peligrosa. Son detalles que tenemos que ir controlando porque te condenan", añadió.
La consigna que sale del vestuario blanquiazul es no bajar los brazos, a pesar de que la diferencia con el ascenso directo se va hasta los seis puntos: "Sinceramente, pienso que hay que luchar hasta el final. Sabemos que va a ser difícil tras la derrota de hoy, ahora lo vemos todo negro, pero esto es Segunda División y todo puede pasar en el fútbol. Vamos a seguir teniendo opciones hasta el final. Hay que seguir confiando en este grupo, nos lo hemos ganado trabajando como lo hacemos".
El cancerbero defiende el estilo del Málaga, pero reconoce que está habiendo detalles en los últimos encuentros que están marcando de forma decisiva el transitar del cuadro blanquiazul: "Nuestras características son esas. Somos de encajar pocos goles y aprovechar nuestras oportunidades. Se nos están yendo los partidos por detalles de concentración, experiencia o llámale equis. En las diez ultimas jornadas te juegas todo y los errores resaltan más. Tenemos que pulir esos detalles tanto para el ascenso directo como en un hipotético play off".
La dinámica del equipo no es, ni mucho menos, buena. Ni en juego, ni en resultados. "Obviamente, no estamos en la misma situación que al principio, que conseguíamos tantas victorias seguidas, sobre todo en casa. Es más complicado ganar, es diferente. Tenemos que mejorar y dar nuestra mejor versión cada uno para conseguir el objetivo. Hay que luchar hasta el final. Estar aquí y optar a ello no nos lo han regalado. No vamos a tirar la toalla hasta el final y vamos a luchar para conseguir el sueño de todos, que es el ascenso. Para ello hay que ir meta a meta y la siguiente es en casa ante el Extremadura", argumentó el meta.
No faltó el agradecimiento a la afición: "Hoy han demostrado que nos han apoyado durante todo el partido, todo el año en casa... El apoyo ha sido incondicional, sólo les damos las gracias y queremos devolver todo eso en el campo, consiguiendo puntos porque se lo merecen".