Una vez terminada la jornada 33 de LaLiga 1|2|3 y tras el empate in extremis del Cádiz ante el Zaragoza en casa (3-3), el Málaga sigue siendo cuarto una semana más, pero el colchón con respecto al séptimo clasificado, que precisamente es ahora el conjunto amarillo, se ha visto reducido a dos puntos. Es decir, el equipo dirigido por Juan Ramón Muñiz se queda sin margen de error si no quiere caer a los puestos que no dan acceso ni al play off de ascenso.
La derrota en el Nuevo Los Cármenes ante el Granada es dolorosa en todos los sentidos. En el anímico, porque era un duelo idóneo para dar un golpe sobre la mesa ante un rival directo, pero también en lo clasificatorio. El Málaga se queda con 55 puntos, cuarto y a cinco unidades del Albacete, que es tercero con 60. El ascenso directo está a seis puntos más el golaverage, perdido contra el conjunto nazarí, mientras que el líder Osasuna está a nueve (64 puntos).
Lo preocupante es que los que vienen por detrás aprietan cada vez más, por lo que si el cuadro malaguista mantenga esa dinámica negativa peligran hasta el play off de ascenso. Tras la jornada 33, el Dépor sigue siendo quinto con 54 puntos pese a la derrota en Riazor ante el Rayo Majadahonda (0-2), fiasco que le ha costado el puesto a Natxo González. Sexto es ahora el Mallorca también con 54 unidades. Los baleares sumaron esta jornada los tres puntos del partido suspendido ante el Reus y superan al Cádiz, que es séptimo con 53 y marca esa línea crítica. Por detrás vienen en línea ascendente los equipos asturianos, Sporting y Oviedo, ambos con 49 puntos.
No se puede fiar el Málaga, pues al igual que quedan 27 puntos en juego para intentar dar caza a los dos primeros, también existe el peligro de que sus perseguidores sigan acercándose e incluso superen al equipo blanquiazul en la tabla. Más presión para los de Muñiz, que deben reaccionar ya y encadenar varios resultados positivos.