La Rosaleda apunta al campo, al banquillo y al palco

La Rosaleda volvió a sufrir una tarde de espinas. Otra. Demasiadas en poco tiempo. Tal fue así que estalló y disparó en todas las direcciones tras la derrota del Málaga ante el Extremadura. Se escucharon los primeros cánticos contundentes hacia el entrenador Juan Ramón Muñiz, iniciados por el 'Fondo Sur 1904' y respaldados por todo el estadio, además de los primeros en este curso hacia el presidente Abdullah Al-Thani, presente en el palco. Tampoco se libraron los jugadores a los que acusaron de "mercenarios" en varias fases de la segunda parte y al final del choque.

Esta vez no hubo indiferencia desde la grada en un partido que se vivió con extrema tensión por lo mucho que había en juego. Fueron 18.910 espectadores los que desde el minuto 1 alentaron al equipo, pero las sensaciones fueron malas, el Málaga empezó perdiendo y llegaron los nervios colectivos. Un tiro de Ortuño a la media vuelta en el minuto 36 desató la caja de los truenos. Se escucharon los primeros pitos y luego llegó el clásico "Málaga, échale huevos" y un abucheo gordo al descanso. La segunda parte empezó bien, con alguna ocasión y el empate, pero tras el 1-2 todos recibieron críticas.

Se empezó, siempre desde el 'Fondo Sur 1904' y respaldados por la gran mayoría del estadio, con los jugadores en el 76': "¡Esa camiseta no la merecéis!" y "Estamos hasta los huevos". Luego Muñiz en el 77': "¡Muñiz, vete ya!". Bastante sonoro y consensuado. Ídem con el jeque: "Al-Thani, vete ya!". Así en dos oleadas por cada uno de los estratos y con un contundente "Málaga somos nosotros" en medio. Así hasta el final, en el que el que el equipo se mostró inoperante y acabó perdiendo ante un malestar palpable y sonoro del respetable.