Ya son cuatro encuentros de Víctor Sánchez del Amo al frente del Málaga. Un mes donde se ha podido ver un cambio de estilo, un cambio de mentalidad, pero pocos movimientos en el once titular. Desde el partido ante el Alcorcón el entrenador ha sido fiel al mismo equipo en el arranque, sólo introduciendo variaciones forzadas por lesiones o sanciones. Ha confiado en su columna y, de momento, esa confianza ha tenido recompensa.
Se esperaba con interés la primera alineación con la que haría su debut en el banquillo malaguista Víctor. Aunque presentaba cinco cambios con respecto al último once de Muñiz ante el Extremadura, lo cierto es que los jugadores que saltaron al estadio Santo Domingo podían haber conformado tranquilamente un equipo diseñado por el técnico asturiano, con la salvedad de David Lombán. El resto, de los que más minutos y titularidades habían tenido a lo largo de la campaña.
Tras ese encuentro llegó la visita del Mallorca a La Rosaleda, el choque ante el Cádiz y la victoria ante el Oviedo. En todos ellos la receta fue la misma y los ingredientes también calcados, sólo con pequeñas variaciones por obligación. Ningún movimiento por decisión técnica.
Ante los insulares se lesionó Ricca en su tobillo, lo que provocó la entrada de Diego González. El chiclanero se mantuvo en el puesto en el Nuevo Carranza, pero en el último partido Víctor apostó por colocar al recuperado Juankar como lateral, entrando Diego por él a la hora de encuentro. Más allá de esos movimientos en el ala izquierda, sólo ha habido una variación más en la disposición inicial. La tarjeta amarilla vista por David Lombán ante el Cádiz hizo que tuviese que cumplir ciclo ante el Oviedo, por lo que fue reemplazado por Luis Hernández.
Ni en el centro del campo ni en ataque ha hecho ningún cambio, siendo los mismos seis hombres los que ocupasen estos puestos. Ante el Zaragoza deberá mover pieza ante la roja vista por Keidi Bare ante el conjunto carbayón. Pero, por lo demás, y vista la respuesta que está dando el equipo, lo más probable es que la confianza en su columna permanezca intacta.
Si bien Víctor ha sido muy continuista en sus alineaciones, en el momento de introducir cambios en el encuentro sí ha mostrado una mayor variedad. Según la necesidad del choque ha mostrado distintas soluciones. En los cuatro partidos ha hecho once sustituciones (en el Nuevo Carranza sólo introdujo dos jugadores de refresco), llegando a usar hasta a ocho futbolistas. El más utilizado ha sido Iván Alejo, que en tres ocasiones entró desde el banquillo. Tras él, dos veces sustituyó a un compañero Diego González. Además de ellos dos, también fueron utilizados como reemplazo Lacen, Mula, Seleznyov, Boulahroud, Hicham y Koné. En total, el madrileño ya ha utilizado a 22 jugadores en sus cuatro primeros partidos a los mandos.