De los seis primeros clasificados sólo el Málaga cambió su timón en esta temporada. Es un asunto curioso porque los tres equipos que descendieron desde Primera no acabarán la temporada con el entrenador con el que la comenzaron. El club de Martiricos es al único que le sirvió de impulso el cambio al volante. Lo pelea al Dépor, aún con opciones intactas de colarse en el play off. Víctor Sánchez del Amo ya dirigió en seis partidos al conjunto blanquiazul, una muestra ya significativa para medir su impacto, que, por el momento, fue altamente positivo.
Así lo indican los números. El equipo malagueño ganó 13 de los 18 puntos que hubo en juego desde la llegada del madrileño. Cuatro victorias (cuenta la del Reus) en seis partidos. Una media aproximada de 2.16 unidades por duelo. Guarismos de ascenso. No obstante, en este tramo se cerró la vía directa hacia la élite, quedando únicamente el camino del play off. Sí aseguró de forma virtual estas en esas eliminatorias, requisito básico para una entidad de tal calibre en el contexto de la categoría de plata. A la salida de Muñiz el Málaga estaba un punto por encima del séptimo y a seis del tercero. Eso sí, nunca salió de los seis primeros. Enderezó el rumbo Víctor, que está a tres unidades del Albacete (tercero) y con siete sobre el Dépor (séptimo).
Entrenador y coach a partes iguales, el madrileño demostró desenvolverse con acierto en situaciones límites. Ya lo hizo en Sevilla y A Coruña. Levantó el ánimo a una plantilla alicaída, que ahora sí cree. "Estamos con ánimo, confiamos en lo que hacemos, el míster nos da confianza", eran las elocuentes palabras de Pacheco tras remontar al Zaragoza. Cambió el chip y con esa filosofía positiva reactivó al plantel malaguista. Así recuperó a futbolistas capitales como Ontiveros, que ahora es el principal baluarte. También subió al barco a otros que apenas contaban en el final de la anterior etapa como Lombán, Keidi Bare y Renato Santos. El viento a favor ayuda y también trajo las recuperaciones de Juankar, Pacheco o Koné.
La permuta entre Muñiz y Víctor también repercutió en un cambio de idea. Un fútbol más ofensivo que, hasta la fecha, está repercutiendo en alegrías. 12 goles a favor y cuatro en contra en seis partidos. Perdió algo de solidez atrás, pero ganó mucha contundencia adelante. Del +8 en el balance propio se pasó al +16, un aspecto que puede ser clave a la hora de los desempates con Mallorca o Dépor, con los que hay igualdad tras los dos duelos. Tantos repartidos en seis jugadores: Ontiveros (3), Adrián (3), Renato (2), N'Diaye, Cifu y Blanco Leschuk.