Una comunión sin precedentes para despedir al equipo
El play off no le puede llegar al Málaga en mejor momento. Deportivo y emocional. Después de darse un festín frente al Elche se fusionó en uno con La Rosaleda. Más de 20 minutos espero la afición, con el 'Fondo Sur 1904' como principal garganta, dentro del estadio para insuflar de ánimos a la plantilla. Apareció todo el plantel al completo, con futbolistas (también los no convocados), Víctor (que después salió a rueda de prensa) y su cuerpo técnico y empleados del club al césped. "¡Vamos a volver!", era el cántico que resonaba en Martiricos, a días de comenzar a luchar por regresar a la élite, el único camino que ya conduce a Primera. Se acercaron todos al fondo y ahí se unieron en una piña para saltar. La conjura para el play off ya ha comenzado, la comunión carnal y espiritual del final del partido no tiene precedentes modernos.
La conjura para el play off ya ha comenzado, la comunión carnal y espiritual del final del partido no tiene precedentes modernos
Se hacían de rogar los jugadores, que tardaron algo más de un cuarto de hora en asomar por el túnel de vestuarios. Aún seguía de fiesta la grada, en la que quedaban unos 2.000 fieles de los 17.000 que habían disfrutado de un nuevo triunfo. Advertían a base de pulmón que de allí nadie los movería si la plantilla no salía. Allí salió al completo y se desataron los cánticos. Todos con un único objetivo, dar aún más confianza para regresar a Primera. Ese sueño que está a cuatro partidos. Algunos iban ya vestidos de calle, otros con el uniforme de paseo y otros aún sin cambiar. Todos se unieron en un coro y comenzaron a botar al unísono con los aficionados que le ponían voz a la fiesta. Se declaró el estado de felicidad, básico para ponerle la guinda a una campaña dura.
Hubo comunión con Miguel Torres, con el que hubo sonido de viento en su primer partido de la temporada. Fue, seguramente, el momento más emotivo de esa despedida hasta el próximo sábado. Se abrazó con varios integrantes del 'Fondo Sur 1904', que después cantó en su honor. Sintió alivio el madrileño, que se marchaba entre felicitaciones de sus compañeros y del cuerpo técnico. Todos dieron la cara por él públicamente tras un estreno oficial difícil este curso. Es su redención, aún está a tiempo para ayudar. También hubo gritos de ánimo y agradecimiento para Víctor Sánchez del Amo, el hombre que relanzó a este Málaga. Un equipo que, a día de hoy, es el principal aspirante al ascenso. Por su fútbol, pero también por el aliento que tiene detrás.