El Málaga ha recuperado la alegría. Colectiva e individual. En menos de dos meses Víctor Sánchez del Amo ha conseguido revertir el ánimo del vestuario y contagiar de ilusión a los aficionados. Se cree firmemente en el ascenso, se llega en el mejor momento a la verdad de la competición y todos los jugadores se sienten importantes y con capacidad para sumar, como se demostró en la última jornada, en la que hubo nueve cambios en el once y futbolistas como Boulahroud, Hicham, Pacheco o Kieszek pudieron sentirse importantes cara a lo que viene. Si Víctor precisa de ellos, estarán a un nivel anímico óptimo.
Víctor ha empleado a 26 jugadores en siete partidos
Es muy significativo que en siete partidos el entrenador del Málaga haya empleado a 26 jugadores. Ha habido minutos para todos a excepción de los lesionados Brezancic y Erik Morán, y del portero Werner, que ha sido incluido en las convocatorias visitantes. La dosificación para el play off ha sido importante, además de la prevención de las sanciones disciplinarias. El resultado ha sido excelente, los apercibidos ya están limpios de amarillas, y todos llegan enchufados y con sentimiento de pertenencia directa en el objetivo. Lo difícil será ahora confeccionar un once e incluso una convocatoria, pero qué bendito problema tener tanto elemento proactivo para elegir.
En siete partidos le ha dado tiempo a Víctor de brindarle minutos de calidad a dos lesionados de larga duración como Juankar y Koné; a darle rodaje a Pacheco y a Kieszek por lo que pueda venir; a recuperar a un jugador que parecía perdido como Boulahroud; a reflotar la mejor versión de Ontiveros y buscarle un socio enfrente como Renato… También ha hecho debutar oficialmente este curso a Miguel Torres que, si bien fue pitado ante el Elche, luego se redimió con la afición y también tiene su hombro a disposición. Sí que tiene más difícil estar David Lombán, una de las apuestas personales de Víctor cuando aterrizó, y que está casi descartado para jugar más esta campaña por un esguince de rodilla.