Remontada. Es la palabra más escuchada en las últimas 48 horas en Málaga. Siempre tiene un aire heroico cuando se apela a ese término, como si lo que hubiese que hacer para conseguir llevarla a cabo fuese algo muy complicado, casi imposible. Pero hay una realidad, los tres últimos resultados que ha obtenido el Málaga en La Rosaleda le servirían para pasar a la siguiente eliminatoria del play off de ascenso a LaLiga Santander.
Tras caer 4-2 en Riazor, el conjunto blanquiazul necesita ganar por dos goles de diferencia como mínimo al Dépor este sábado en Martiricos (21:00 horas, Movistar Partidazo). En sus últimos encuentros como local ha conseguido obtener esa distancia en el electrónico, dos de ellos hasta de forma holgada, tras imponerse 3-0 al Oviedo, 3-1 al Zaragoza y 3-0 al Elche.
La capacidad goleadora del Málaga desde la llegada de Víctor Sánchez del Amo al banquillo ha sido bastante alta, logrando una media superior a los dos goles anotados por encuentro y consiguiendo materializar 18 dianas en ocho partidos dirigidos por el técnico madrileño.
Estos tres resultados conseguidos en La Rosaleda se han dado incluso con circunstancias adversas y, en el momento en el que se produjeron estos contratiempos, el Málaga no tenía asegurado el resultado que necesita este sábado. Ante el Oviedo, se quedó con diez jugadores a la media hora de juego por la expulsión de Keidi Bare y el marcador reflejaba un 1-0 que luego se vería ampliado por dos goles más del cuadro malaguista. Incluso ante el Zaragoza tuvo que vencer remontando en el segundo tiempo, tras irse al descanso perdiendo 0-1 tras el tanto de Pep Biel. En unos maravillosos segundos 45 minutos el Málaga desarboló a los maños y venció por 3-1.
Remontada. Esa es la palabra. El Málaga ha mostrado que está capacitado para hacerlo, incluso superando adversidades. La Rosaleda ha vivido recientemente resultados válidos para el objetivo marcado. Toca repetir lo mostrado en los tres últimos encuentros como locales y con el plus del máximo apoyo del malaguismo, que ni mucho menos va a fallar. Se espera un espectacular recibimiento previo al autobús del equipo, y desde el miércoles está agotado todo el papel. El templo blanquiazul debe ser una caldera para llevar a los suyos en volandas y conseguir una remontada que daría el pase a la final del play off y que permitiría seguir soñando con el ascenso.