Pocos lugares han marcado tanto la carrera de Cifu. Girona, a la que ahora vuelve con el Málaga CF en uno de sus picos altos, le curtió como futbolista, pero también como persona. La primera experiencia fuera del nido, que en el césped le enseñó a saborear la hiel y la miel. Un increíble ascenso frustrado a LaLiga Santander, en una de esas increíbles historias del fútbol que incluso dejó la foto de Pablo Machín llorando en rueda de prensa, y otro culminado, histórico para el club catalán. Fuera de él también creció. El granadino, que tiene predilección por los tatuajes, no dudó en grabarse en la piel un pasaje de la ciudad en el tríceps de su brazo derecho.
Un significado que él mismo detallaba. "Tengo una estampa que me hice el primer año, que era el primero que salía más lejos de casa. Es el río que pasa por el centro de Girona, las casas colgantes que hay y las dos imágenes. Hay dos catedrales, Sant Feliu y la de Girona en una puesta de sol", decía el mismo, que incidía en el momento en el que decidió hacérselo: "Me marcó bastante y quería tener un detalle de ese año. Lo hice justo antes del partido que nos jugamos el ascenso [en la temporada 2014/15], pero al final no tuvimos esa fortuna, pero ahí se quedó. Fue un buen año igualmente", contaba en una entrevista con este medio el propio protagonista.
No volvió a jugar un partido allí Cifu, que jugó las dos últimas campañas en LaLiga Smartbank (Albacete y Málaga), estando el Girona en Primera. Ahora, en Montilivi el defensa rememorará todo lo vivido entonces. "Para mí es muy especial volver a Girona, tanto a jugar como de visita. La ciudad, la gente, los compañeros… tengo un recuerdo muy bueno. El primer año fue mi primero como profesional. Se dio todo. Fue un buen año colectivo. El equipo, pese a sus limitaciones económicas, hizo un año para enmarcar y en los profesional jugué casi todos los partidos completos", explicaba para MCF TV, mientras ampliaba: "Tuve la oportunidad de volver dos años después, y eso que nos quedó por conseguir lo pudimos lograr. Fue un ascenso histórico por primera vez en Girona y todos los recuerdos de allí son para enmarcar".
El de Zújar analiza el bloque de Juan Carlos Unzué: "El Girona ha mantenido bastante el bloque, incluso desde el primer año que estuve allí. Y del segundo año que estuve igual. Sigo teniendo muchos compañeros y amigos de esas etapas en Girona. Con muchas ganas de encontrarme con ellos y saludarlos", analizaba el lateral derecho, que insistía en los recuerdos: "Tanto a nivel de ciudad como de gente tengo un recuerdo maravilloso, siempre me acogieron bien y después de otros años que estuve allí sentí un cariño especial. Tengo ganas de verles y de disputar el partido, pero la amistad queda un lado y vamos a por los tres puntos".