Traca para el final

El Málaga CF ha sido durante este verano como ese alumno desaplicado que se dejaba casi todo para el final. El de quiero y no puedo, ese que se pasaba en vela la noche antes del examen, empollando a la desesperada a base de cafeína y prisas. El club blanquiazul tiene 24 horas por delante y mucha faena. Son los últimos coletazos del plazo, y se requieren demasiadas operaciones de salida y entrada e inscripciones. LaLiga, que hablaba de ventas en un principio (ventas que por otra parte han llegado a granel), ahora también exige la evacuación de sueldos altos de la masa salarial blanquiazul, imposibles para su realidad en base a sus actuales ingresos en la categoría.

El club ha tratado sin éxito de hacerlo en esta semana. Pero no hay ofertas. Llegó algo leve por Mikel. Algo leve por Adrián. Todo del extranjero. Nada avanzó. La prueba es que todos, menos Luis Hernández que no está apto, han viajado a Girona. Queda poco tiempo, y en el último día del mercado puede pasar cualquier cosa, pero en previsión de que no llegara nada, el club ha trabajado desde finales de la semana pasada en tratar de reducir esos contratos elevados, como ha hecho Las Palmas. Menos salario este curso por más años a futuro. Ha encontrado cierta predisposición en la mayoría, y puede ser una buena opción para la viabilidad necesitada. Veremos. O Esperaremos. Porque el Málaga en toda su extensión (propiedad, ejecutivos...) no está siendo todo lo claro que debe en una situación como la actual. Tampoco LaLiga. No hay certezas, por eso es difícil explicar según qué situaciones. Tampoco hay voces oficiales, más allá de las comparecencias de Víctor y dos ramalazos puntuales de Caminero en todo el verano.

El Málaga tiene que inscribir a Okazaki, a José Rodríguez, a Iván Rodríguez y a Mula. O buscarles una solución. Vaticinar qué ocurrirá es eso, vaticinar. El agente del japonés recibió una llamada de LaLiga hace muchos días con malas nuevas, pero el nipón es un ejemplo y ha querido aguantar hasta el final (incluso renunció a ir a la selección para estar disponible en la jornada del parón). El Huesca husmea. De lo de Benkhemassa, ‘no news’, mientras que también está a la espera Simón Moreno, que el sábado se entrenó con el grupo por si cristalizaba su fichaje y podía viajar a Girona para disponer al menos de un delantero. Pero no llegó el visto bueno de la propiedad.

Simón Moreno podría ser inscrito porque vendría cobrando el mínimo (80.000 euros). Menos incluso de lo que percibía en Almería. El Málaga, según algunas fuentes, sí que tendría un permiso especial para poder inscribir a cuatro jugadores cobrando ese mínimo y en base a una serie de requisitos concretos. Simón entra en esos parámetros, pero se descartan ya a estas alturas algunos que no encajan en esos registros económicos y que han sonado con fundamento deportivo en los últimos días. Hace falta un portero de manera urgente (Munir se va ya con Marruecos). Y otro delantero. Y alguna pieza más. Queda mucho por hacer, y hay traca para el final. Se prevé día frenético. Al menos es lo que se espera por el bien de todos.