Hacía meses que José Luis Pérez Caminero no comparecía para analizar la actualidad del Málaga CF. Volvió a aparecer en la escena pública el director deportivo, 21 días después de que se cerrase un mercado de fichajes del que su figura no salió bien parada. Entre otros muchos temas, se le cuestionó al madrileño si en este tiempo ha barajado la dimisión por las injerencias de la propiedad en su trabajo. "Mi trabajo es coordinar el tema deportivo, con mi gente. Y así lo hacemos. La decisión que pueda venir depende de otros temas que se me escapan. Mi trabajo lo hago. Otra cosa es que yo no haga bien mi trabajo porque no haya estado cuando se me ha requerido. Por eso es por lo que tiene que juzgar", explicaba, mientras defendía su labor.
"Yo opino sobre los jugadores para poder mejorar mi equipo. Comunico la situación y el club decide si son buenos o malos para que vengan al Málaga. Eso es como en todos los trabajo, propones, hay un jefe…", decía Caminero, que acotaba estrictamente a lo deportivo su función: "Y no voy a dejar de hacer las cosas, porque mi trabajo es traer jugadores al Málaga y luego hay gente que tiene la potestad de poder decidir o no. ¿Responsable? Yo me siento culpable de la parte que me corresponde. De todo lo que no sea cumplir por lo que se me ha contratado, me siento responsable".
Una de las grandes injerencias en el verano fue la incorporación del argelino Benkhemassa, fichaje avalado por Al-Thani. Curiosamente ahora está siendo importante para Víctor, con el que suma dos titularidades desde que está disponible. Sobre ello hablaba el director deportivo blanquiazul, que volvía a manifestar que la última palabra siempre es del jeque en todas las decisiones. "Es un jugador del club, que ha sido contratado por el club. Y como tal hay que tratarlo. Todas las decisiones que han venido son todas de club", cerraba.