Iván Alejo, retorno hostil y pique con Antoñín

Iván Alejo volvió a La Rosaleda y lo hizo entre silbidos, abucheos y algún que otro insulto. El malaguismo no guarda un buen recuerdo del extremo, que llegó en el último mercado de invierno con la vitola de crack para Segunda y terminó marchándose por la puerta de atrás, sin apego alguno con la afición. Alejo saltó poco después del tanto de Caye Quintana, a falta de 15 minutos, y durante ese tiempo no sólo exasperó a la grada, también a varios de sus compañeros por su individualismo e incluso a Antoñín, con el que mantuvo un pique después de que el cadista soltara el brazo sin motivo en un balón dividido.

"Le he dicho que no se equivocara, que estábamos jugando al fútbol y ese manotazo sobraba", contó el canterano del Málaga CF a los medios de comunicación. Alejo ya fue protagonista durante la semana, a colación de la petición de aplazamiento del partido por parte de la entidad de Martiricos. El jugador del Cádiz fue bastante claro al respecto. "Sería injusto que se aplazara, estaríamos en desventaja", declaró Alejo, que también dejó buenas palabras para los hombres que hicieron posible su fichaje por el Málaga: "Estoy muy agradecido a Caminero y a Al-Thani".

Se le estaba esperando en La Rosaleda, que no le pasó una desde el primer segundo que pisó el terreno de juego. Los pitos, no obstante, parecieron extramotivar a Alejo, que tuvo dos buenos escarceos por banda derecha que finalmente no fue capaz de resolver con el pase definitivo. En esos últimos minutos, aprovechó para ganarle tiempo al cronómetro buscando faltas donde no las había. Fingió más de la cuenta, y la grada no se lo perdonó. Ahí llegaron los peores improperios para el jugador del Cádiz, que a buen seguro hubiera preferido un recibimiento mucho mejor en la que el curso pasado fue su casa. Después del choque, a través de su cuenta de Twitter, dejó un mensaje de agradecimiento pese a todo: "Gracias a todos por el cariño".