El inmortal 1-2 en el Camp Nou cumple 20 años

Hablar del triunfo por 1-2 del 7 de noviembre de 1999 en el Camp Nou deja un nudo en la garganta no sólo para los aficionados, también para los protagonistas que dejaron a aquel buen Barça descompuesto en su propio estadio. Hoy se cumplen 20 años, se dice pronto, de una noche eterna, la de un equipo indeleble para el corazón. El Málaga llegó como antepenúltimo, en descenso, con Peiró en la cuerda floja y se enfrentó a un escenario siempre imponente ante el que era el líder de la categoría. Ningún hándicap pudo con una plantilla que cambió el paso el día que menos se esperaba. Agostinho y Valcarce -entrevistado por ElDesmarque Málaga- hicieron los goles, pero ambos fueron empujados a puerta por los miles de malaguistas que se quedaron en casa, escuchando por televisión a Carlos Martínez y Michael Robinson narrar aquel sorpresón.

"Fue un punto de inflexión muy importante en lo que era esa temporada del Málaga. Todo el plantel se conjuró porque le teníamos un gran respeto al mister Peiró. Sabíamos que si en ese partido lo hacíamos bien podía cambiar no sólo la tranquilidad del entrenador, también servía para decir que el Málaga estaba ahí", recuerda De los Santos, al que la memoria le deja un reguero de sensaciones encontradas, todas ellas le acompañarán por siempre.

Peiró tenía una orden clara: secar a Guardiola

Enfocando el partido desde el prisma de Peiró, otro de los que fueron titulares, Catanha, detalla cuál era la gran preocupación del exentrenador del Málaga, al que todos recuerdan como lo que fue, un señor de los pies a la cabeza: "Me llamó durante la semana y habló también con Edgar en su habitación. Lo único que le preocupaba era Guardiola. La misión era neutralizarlo y así trabajamos durante la semana". Lo consiguieron, y ello provocó que "Valcarce o Agostinho estuvieran más libres". Curiosamente, ambos marcaron. El delantero internacional con España señala que no tenían "miedo de medirse al Barcelona" pese a la situación en la tabla: "Fue un partido muy especial, espectacular porque todo el mundo estaba muy motivado ese día. El triunfo ahí fue magnífico. Para mí, uno de los días más felices con el Málaga".

La victoria tuvo un génesis diferente, en torno a una fabada en Guadalmar que corrió a cuenta de Marcelino Torrontegui, como confesó Sandro en su autobiografía, 'Mi último pase'. "Fue llegar a Barcelona, ganar y cambiar. Todos hicimos un partidazo. Fue como empezar de nuevo una nueva Liga", relata el de Las Galletas para ElDesmarque Málaga. La noche en el Camp Nou tuvo tantos detalles que hasta Bogarde, que tuvo un paso por el fútbol español que en ocasiones rozó lo cómico, hizo el único gol del Barça. Tocó sufrir, pero tocar el cielo nunca resultó sencillo.

"En los primeros 30 minutos merecíamos ir 0-3 o 0-4, pero al final sufrimos. El Barça tenía muchas estrellas y hacía un fútbol muy bueno", dice De los Santos. Era el Barça de los holandeses de Van Gaal, un entrenador que claramente lo vio todo negatifo tras el 1-2 final. "Era un equipo de estrellas, curiosamente tenía a dos de los que después fueron de los entrenadores más laureados de su historia: Guardiola y Luis Enrique. Recuerdo aquella noche siempre con una emoción especial, casi ni te lo creías. El míster llegó con un ultimátum y afortunadamente todo salió bien", recuerda Francis Bravo.

Juanmi tomó el relevo 16 años después

Tuvieron que pasar más de tres lustros para repetir hombrada en el Camp Nou. El 21 de febrero de 2015, el Málaga de Javi Gracia, que fue una auténtica piedra en el zapato para el Barça partido tras partido, se aupó a lo más alto de la felicidad con el gol de Juanmi para el definitivo 0-1. Un error de Alves, unida a una pillería del coíno, ajustició al Barcelona. La punterita del ahora jugador del Betis para regatear a Claudio Bravo es otra de las imágenes de leyenda en clave blanquiazul. Tan pasional y emocionante como la primera, sentimental y épica a partes iguales. Y que sean muchas más.