El problema del Málaga CF con el gol es evidente. Lo aceptan los protagonistas y lo dicen los datos. Ya es el equipo menos realizador de LaLiga Smartbank, junto con el Albacete. 11 goles en 15 partidos da el pírrico porcentaje de 0,7 tantos por encuentro. Insuficiente para abandonar la zona baja de la clasificación (actualmente está en descenso) si no se saca el rédito que obtienen los manchegos, con 10 puntos más a estas alturas. Un dolor que no cesa y es que los de Víctor acumulan casi 300 minutos sin ver puerta, lo que conduce a que el empate sea el máximo botín a recoger.
En concreto son 297 minutos. Adrián materializó el último de penalti frente al Oviedo a poco menos de media hora para el final. No es cuestión de cantidad de remates, los números son aceptables, pero sí de calidad. Pocos tiros son a puerta o con verdadero peligro. Algo similar ocurre con las llegadas por banda, una de los claves a los que acogerse. Hay un buen flujo de balones al área, pero un porcentaje escaso de remates. Por poner claridad, menor al 20%. Así, de los 15 duelos jugados en ocho el equipo malagueño no metió ningún gol. Es un asunto que dificulta mucho y que también se explica por la estructura de la plantilla, donde Sadiku es el único especialista. Bien es cierto que hay otros futbolistas con llegada, aunque quizá sólo Adrián rinde en este sentido.
Por poner en contexto las cifras del Málaga conviene compararlas con otros equipos de su categoría. De los 104 clubes que componen las segundas divisiones de las cinco grandes ligas (España, Italia, Inglaterra, Alemania y Francia), sólo seis tienen peores datos realizadores que los blanquiazules. El Cremonese (9 goles a favor), el Valenciennes (7), el Chateauroux (6), el Chambly (7), el Paris Football Club (8) y el Orleans (10). Da alcance de la gravedad del panorama.
Como es lógico, Víctor es cuestionado de forma repetida por el asunto, aunque el discurso ya suena repetido. "Les animamos a que levanten la cabeza, no podemos desanimarnos porque no entra el gol. Trabajamos muchísimo para crear ocasiones con juego por dentro y por fuera, en profundidad... No entra, pero ya entrará, son las rachas del fútbol", decía semanas atrás tras empatar frente al Sporting de Gijón en La Rosaleda en un argumento pobre, con pocos asideros a los que agarrarse. Mientras tanto, en el Málaga impera una necesidad acuciante de mejorar en el gol, el único camino para salir del atolladero.