Como buen argentino, Willy Caballero destila pasión cuando se viste de futbolista y se coloca sus guantes. No sólo guarda la portería, también influye en los suyos buscando el máximo rendimiento, tanto dentro como fuera del campo. Es un líder, aunque no haga ruido. A Martiricos llegó tras despuntar en el Elche, en Segunda, y tras tres años y medio se marchó del Málaga CF como leyenda. Para siempre. Dejó actuaciones memorables, una simbiosis perfecta con la afición y una frase que alentó y sigue alentando al malaguismo: 'Vamos Málaga carajo'.
Mientras los Community Manager se rebanan los sesos buscando etiquetas que creen arraigo en la afición, Willy la instauró de forma genuina. Una expresión que traslada a los vomitorios de La Bombonera o El Monumental, pero que se hizo eterna en las butacas de La Rosaleda. Desde su cuenta de Twitter y de una forma natural, Willy, cuyo aura esta fuera de toda duda, le regaló al Málaga y su gente una dosis extra de motivación, tanto en las buenas como en las malas. "Lo instalamos y esperemos que se queda ahí por siempre, ya no es mío. Lo inicié, pero ya es de la gente de Málaga. Bienvenido sea", explica el arquero del Chelsea a ElDesmarque Málaga, al que atendió con motivo del Málaga-Elche del próximo domingo (¡Lea la entrevista completa!).
Porque el 'Vamos Málaga carajo' aún perdura, hace viajar a una época inolvidable. No dejaron que cayera en el olvido tanto los aficionados como los propios jugadores que permanecieron de una plantilla que, lamentablemente, se descompuso. Sigue vivo, fresco como el primer día. Tanto como el cariño que la gente de Málaga le tiene y tendrá a Willy: "Que recuerden a uno siempre es bueno. Me lo demuestran mucho cuando tengo la oportunidad de ir y eso significa algo bueno. No se acuerdan de la Champions, sino de uno como jugador o como persona. Es de agradecer y es muy bueno".