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Eterno Roque: póker con tres goles en nueve minutos... ¡a los 38 años!

Roque Santa Cruz, celebrando uno de los goles ante Cerro Porteño (Foto: Club Olimpia).

Hay futbolistas que no deben colgar las botas nunca. Por implicación, calidad, talento... o por todo a la vez. Algo así ocurre con Roque Santa Cruz, un mito del balón, alguien al que se añora y se añorará en La Rosaleda por su pasado en el Málaga CF. El paraguayo sigue dando muchísima guerra a los 38 años, y si no que se lo digan a Olimpia de Asunción, su actual equipo. En la pasada madrugada Roque decidió con cuatro goles (¡cuatro!) el Clásico de Paraguay ante Cerro Porteño (ver vídeo inferior). El tercer póker de su carrera -ya marcó uno con Olimpia y otro con el Bayern- que abrochó con tres goles en sólo nueve minutos. Leyenda.

Su actuación no es una raya en el agua, está firmando una temporada meteórica: acumula 21 goles en 37 partidos para un Olimpia que es líder en solitario del Clausura Paraguayo. Ante Cerro, además, lideró una remontada porque fue Alan Rodríguez el que adelantó a los visitantes. Roque respondió en el minuto 23 al culminar de manera perfecta un contragolpe. Tras el descanso, de nuevo Alan Rodríguez puso en ventaja en Cerro... hasta que llegó el gran momento de Roque Santa Cruz.

Tres goles en nueve minutos, entre el minuto 61 y el 70. El empate llegó con un cabezazo después de un córner en el que le ganó la marca al exjugador del Athletic Fernando Amorebieta. Con la cancha de Olimpia encendida Roque dio en la diana dos veces más tras sendas asistencias de Camacho. La guinda del pastel en un partido imborrable. Es el líder en el campo y fuera de él de un equipo que marcha directo hacia el título del Clausura. Un Roque que no olvida su pasado, en el que por supuesto entra el Málaga CF, cuyo escudo está dibujado en una mesa de 'teqball' que posee en su casa.

"A esta altura de mi carrera son muchas horas para recuperar. Hay mucho trabajo y hay mucha gente que invierte en mí para estar en buena forma", dijo después del encuentro un Roque fatigado y orgulloso a partes iguales. Ahí sigue el guaraní, como en sus mejores tiempos, rompiendo redes mientras cumple años. Con los 40 en el horizonte se niega a colgar las botas, aunque hace tiempo que dio un paso al lado en la selección paraguaya. Mientras dure y perdure, toca seguir disfrutándole.

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