Gol de Sadiku... y 'WhatsApp' del presidente del Levante
El único jugador que está a préstamo en el Málaga CF es Armando Sadiku, que pertenece al Levante UD. El delantero es una importante apuesta del conjunto granota, que renovó el vínculo hasta el próximo verano tras pagar un millón de euros al Legia de Varsovia polaco en 2018. Activó una cláusula de repesca después de cederlo al Lugano suizo, donde ya había estado con anterioridad, para que cogiera minutos después de atravesar una dura lesión. No se pierden las expectativas con el delantero albano, ahora en La Rosaleda. Desde Orriols, en especial Quico Catalán, se le sigue atentamente. De hecho, hay una curiosidad, y es que cada vez que marca le manda un WhatsApp felicitándole, dando así constancia de su interés. Hay buen feeling entre ambos.
No tuvo muchas dudas el presidente granota en no romper lazos la pasada ventana invernal, aunque siendo consciente de que no tenía hueco a las órdenes de Paco López con una labor para el gol en los pies de Sergio León, Roger Martí y Borja Mayoral. Futbolistas de un escalón superior. No se le pierde la fe al malaguista, muy agradecido por la atención personalizada de Catalán, que no duda en escribirle para felicitarle tras cada tanto. Un detalle que marca la diferencia en un mundo donde no siempre las personas son lo primero. "Estoy feliz porque los responsables del Levante me han apoyado. Me siguieron en todos los partidos del Lugano. Espero poder dar lo mejor de mí y volver al punto en el que estaba antes de lesionarme", decía Sadiku después de volver de Suiza.
Aunque evalúan con atención su papel en La Rosaleda, aún debe seguir haciendo méritos para poder regresar a la élite. Él está volviendo a su nivel en el Málaga, donde se siente cómodo y es muy querido por la afición. Incluso para estar más años. "Puede suceder de todo, pero todavía es muy temprano, queda mucho. Sólo quiero hacerlo bien aquí, jugar y ayudar al equipo, que necesita mirar adelante", explicaba Sadiku en una entrevista con este medio. Lo vive con calma el albano, que agradece los mensajes de Quico Catalán cada vez que ve puerta. Un símbolo de cercanía y buen trato de sus futbolistas, estén cerca o lejos. Concretamente, a más de 600 kilómetros. Es más que un simple mensaje.