Cómo pasa el tiempo. 12 años pasaron ya desde que Paulo César Wanchope Watson colgó las botas. Fue en 2007 en el Chicago Fire estadounidense, después de más de una década dando patadas a un balón por el mundo. Ocho clubes y goles en cinco países distintos. El césped lo cambió por la pizarra para pasar a ser entrenador, aunque lleva fuera de la rueda algo más de un año después de varias experiencia en su país, Costa Rica. Por el Málaga CF pasó en la temporada 2004/05, en una campaña que le marcó.
Empezó con el Herediano y después pasó por el Derby County, Manchester City, West Ham United, Rosario Central, Tokyo y Chicago Fire. Sus lesiones de rodilla adelantaron su retirada a los 32 años, habiendo participado además en dos Mundiales. Una ilustre carrera que dio paso a una trayectoria en los banquillos con altos, pero también bajos. Dio los primeros pasos en las categorías inferiores de la selección nacional costarricense, con la que fue ayudante en el Campeonato del Mundo de Brasil en 2014. Un año después daría el paso definitivo, siendo nombrado seleccionador. Pronto tendría que renunciar al cargo después de una lamentable pelea en las gradas de un partido de la sub 21.
Pese al grave incidente, no se le terminó el crédito en su país. Poco después firmó como director deportivo en al Saprissa, donde estaría hasta en el 2017. Poco después reanudaría su carrera como primer técnico en el Cartaginés, para después fichar por el Herediano, en el que ya había estado como futbolista. Un mes duró ahí después de una mala racha de resultados en el Apertura. No le tembló el pulso a los dirigentes y no le dieron tiempo. Desde entonces no se pone al frente de un equipo y eso fue en octubre de 2018.
Una campaña estuvo en La Rosaleda, donde estuvo a las órdenes de Gregorio Manzano y Antonio Tapia. Metió cinco goles en 25 partidos en un curso complicado, donde el equipo malagueño obtuvo la salvación con un digno décimo lugar. Le caló Málaga al delantero. "Tengo muy buenos recuerdos de la ciudad y del club, pero sobre todo de la gente que es muy apasionada por el fútbol y muy alegre. Toda mi familia y yo disfrutamos muchísimo del poco tiempo que estuvimos en Málaga. Me acuerdo que los primeros días que estuve allí era verano, con mucho calor, muy similar a lo que vivimos aquí en Costa Rica. Me sentí muy bien desde el primer día", explicaba en una entrevista con este medio. Ahora busca una nueva aventura como entrenador, a sus 43 años.