… Y Shaheen aceptó preguntas
Hubo muchísima controversia en torno a la comparecencia de este viernes de Richard Shaheen en La Rosaleda. El Málaga anunció, confirmó y reconfirmó de una forma tajante y sistemática que no se admitirían preguntas, por lo que la prensa se levantó y, tanto de manera individual como colectiva a través de varias asociaciones, mostró su indignación y su intención de no entrar. Los medios estaban citados para acceder al estadio a las 12:15 horas (45 minutos antes), y el ánimo se fue caldeando por momentos, también porque el club anunció que los medios que no entrasen a la sala de prensa tendrían que abandonar las instalaciones, propiedad de las instituciones.
Se juntaron en la puerta de acceso 16 la gran mayoría de los medios locales, regionales y nacionales, periodistas tanto deportivos como de programas de entretenimiento, y se analizaron de una forma conjunta las medidas a llevar a cabo una vez que se iniciase la comparecencia. O abandonar la sala todos de forma simultánea una vez se iniciara, o dar la espalda durante la lectura del comunicado. Sin embargo, el club (Shaheen y sus asesores) entró en razón y se admitieron preguntas limitadas y distribuidas entre los diferentes medios.
De este modo, la rueda de prensa se desarrolló con normalidad en la Sala de Prensa Juan Cortés y con un adelanto de unos 20 minutos sobre el horario previsto. Duró 35 minutos y asistieron más de 50 profesionales de comunicación. Entre los presentes, además, trabajadores de las oficinas del club y los consejeros consultivos Abdallah Ben Barek y Antonio Benítez. Shaheen se apoyó en uno de sus asesores, David Díaz, para la traducción, aunque hubo detalles importantes que se le escaparon…