Si de un combate de boxeo se tratara, la Liga tendría 42 asaltos, y el Málaga CF llevaría ocho consecutivos en pie, sin caer a la lona y sin apenas recibir golpes limpios. El propio Pellicer admitía que sería un "iluso" si pensara que el triunfo ante la Ponferradina llegó por los apenas dos entrenamientos que llevaba dirigido. Y es que el conjunto blanquiazul viene mostrando durante los últimos dos meses unas señas de identidad y un estilo identificable y reconocible. Sin brillo, pero con mucho orden y siendo un equipo sólido, como advierten los entrenadores rivales cuando se van a ver las caras con el Málaga.
La tormenta desatada tras lo sucedido en torno a la figura de Víctor Sánchez del Amo y su posterior despido no ha impedido que el plantel haya mantenido la línea que venía siguiendo desde semanas atrás. Ya son ocho los duelos seguidos sumando y sin perder, registro que no se conseguía desde el curso pasado con Muñiz. Y desde aquel loco empate ante el Elche en La Rosaleda (3-3) el cuadro malaguista sólo ha encajado dos goles en siete citas, el del Lugo en el último suspiro de falta directa y el del Oviedo, en el que la defensa y Munir pudieron hacer algo más. Los números están ahí y el Málaga es junto al Huesca el equipo menos goleado de Segunda con 20 tantos en contra.
En una categoría tan igualada y competitiva como LaLiga SmartBank es fundamental esa seguridad defensiva (que se lo digan al líder, el Cádiz), y el Málaga está consiguiendo tenerla de manera continuada y regular. No es sólo cosa de los defensas. El equipo está juntando líneas con orden y rapidez y los jugadores se están sacrificando. No quiere decir eso que el equipo ya no quiera el balón, de hecho se sigue tratando de dominar la posesión, se sale con la pelota jugada... pero cuando se puede y corriendo pocos riesgos. Además, Pellicer quiere que sus futbolistas sean más directos en las transiciones, cuando se puede pillar desordenado al rival.
La filosofía es parecida a la de Víctor aunque tácticamente haya introducido alguna variación, por ejemplo apostando por un 4-3-3. Lo que ambos comparten de todas todas es la intención de salir a ganar. "Nuestra idea es que tres puntos son como tres empates, queremos transmitir eso", decía tras el duelo ante el Fuenlabrada el castellonense, ya centrado en preparar el próximo encuentro ante el Mirandés. Porque por ahora, y reforzado tras sumar cuatro puntos de seis, sigue siendo el entrenador del Málaga aunque el club en su día comunicara que lo era de manera interina.