Los números refuerzan a Pellicer

La muestra de Sergio Pellicer como entrenador del Málaga CF va cogiendo consistencia, y los números refuerzan su figura. El técnico castellonense mantiene su discurso prudente y humilde. Prefiere evitar el foco, pero aunque el club lo anunciara como "interino" es el capitán de la nave hasta nuevo aviso (si es que lo hay). Bajo sus órdenes, el equipo ya ha jugado cinco partidos, saldados con dos victorias, dos empates y una derrota, la de Elche. Ocho puntos a la buchaca de los 15 que ha habido en juego, algo que no había conseguido el Málaga en ningún otro tramo de la temporada.

Las cifras están ahí. En 22 partidos con Víctor Sánchez del Amo, el cuadro malaguista había conseguido sólo cuatro victorias y nunca se habían llegado a sumar ocho unidades en un abanico de cinco encuentros consecutivos. Desde el nombramiento de Pellicer, el Málaga ha ganado dos de sus cinco partidos, registros que en cualquier caso no han permitido al equipo tener un colchón tranquilizador con el descenso porque varios de los rivales están enderezando el rumbo, siendo el Dépor el ejemplo más claro.

Un hombre de club

Decía Manolo Gaspar en su rueda de prensa posmercado que estaba "contentísimo" con Pellicer, al que considera un entrenador de club. "Conoce la casa, la cantera y se mata por hacer bien las cosas". El director deportivo no cree que necesite ratificación y lo comparó con su caso, también anunciado como "interino" y ya con una ventana de transferencias a sus espaldas. En cualquier caso, las palabras del máximo responsable deportivo de la entidad refuerzan también al preparador de Castellón y a su equipo.

Cuando se le cuestiona por su puesto, Pellicer siempre manda el mismo mensaje. Las circunstancias han hecho que el banquillo sea suyo, y no pierde tiempo en otra cosa que no sea preparar cada partido como si no hubiera un mañana. Esta frase de la rueda de prensa tras el triunfo ante el Numancia lo resume bien: "Esto es fútbol, sé dónde y cómo estoy. Los importantes son los jugadores, no cómo esté yo. He notado confianza desde el primer momento, aunque está claro que los entrenadores vivimos de resultados". Y es que, al margen de su libreto y los conceptos que trate de transmitir al plantel, Pellicer tiene claro que su labor debe ser potenciar el rendimiento de un grupo de futbolistas a los que elogia siempre que puede. Y no le está yendo nada mal pese a la complicada coyuntura.