Nuevos tiempos institucionales para el Málaga CF. El club blanquiazul está controlado desde el viernes por un administrador judicial bajo la supervisión de una jueza, con la familia Al-Thani apartada del club y con una investigación penal en marcha sobre los miembros del Consejo de Administración. Tras sus continuas negativas a vender la entidad, la salida de Abdullah Al-Thani ha vuelto a poner el club en el escaparate y son varios los grupos inversores que cuecen la idea de hacerse con la propiedad del Málaga, ahora mismo en un litigio civil abierto entre el propio Al-Thani y BlueBay.
Desde aquella famosa ‘tercera vía’ impulsada por las instituciones y que desarrollaba un plan estratégico para apartar al jeque del club con otros inversores de solvencia en Catar, han sido muchos los rumores sobre posibles grupos interesados en el Málaga. La Asociación de Pequeños Accionistas aseguró esta semana que tenía conversaciones abiertas con uno americano relacionado con la industria del cine y que Al-Thani era proclive a negociar. También existen movimientos desde las administraciones públicas y desde otros particulares, con compañías internacionales, nacionales e incluso con algunas de la tierra supuestamente interesadas. El panorama ha cambiado en días, de cómo apartar al jeque del club a que aparezcan grupos con aspiraciones de comprar.
El panorama ha cambiado en días, de cómo apartar a Al-Thani del club a que aparezcan grupos con aspiraciones de comprar
Pero, más allá del interés que pueda existir y de las reuniones que se desarrollan y seguirán desarrollándose en ese sentido, existen dos preguntas sobre la mesa. La primera es si ahora Al-Thani, al margen de todo, investigado, y con un futuro complicado para volver a los mandos del Málaga, ha cambiado de idea y considera atractiva la idea de deshacerse de sus acciones. La segunda, si es que esto fuera así, es si puede realmente venderlas en medio de esta administración judicial. El asunto es complejo y contiene numerosas aristas.
Una atañe al proceso civil pendiente de resolución en firme entre Al-Thani y Bluebay por el porcentaje de las acciones del primero en la sociedad que ambos crearon: NAS Spain. La hotelera, a la que el juez le ha dado la razón, ya pidió días atrás la ejecución de la sentencia favorable tras el último recurso del jeque. Otra espina es la fianza de 5,4 millones impuesta por la jueza en su auto. Tal cantidad, si no es depositada de inmediato, el auto hablaba del “plazo de una audiencia”, provocaría el embargo de los bienes de Al-Thani, esto es sus acciones de NAS Football, que saldrían a subasta pública.
En ese sentido y según las consultas de este medio a Daniel Pastor, especialista en la materia, “el jeque podría vender sus acciones al no tener restricción de libertad para ello en el auto de la jueza. De facto no puede hacer nada, no puede tomar acuerdo en la junta sin el permiso del administrador ni gestionar el club, pero si él quiere las puede vender, con independencia de que de la cantidad percibida haya que detraer lo indebidamente cobrado”.
Por su parte, el abogado de los Pequeños Accionistas, Francisco Valverde, entiende que “antes debe haber una resolución en firme en el ‘Caso BlueBay’”, y que para que el club fuese vendido, “se tendría que considerar beneficioso para la entidad y que todas las partes estuvieran de conformes (Al-Thani, BlueBay y la jueza)”. “De forma libre no puede hacer nada”, siguió, para apostillar advirtiendo: “Una posible venta y la revocación de la administración judicial no pararía la vía penal, los delitos seguirían siendo investigados por el juzgado y desembocaría en un juicio para determinar si estos se produjeron”.