Los jugadores siempre quieren jugarlo todo y nunca les gusta ser sustituidos, pero deben convivir con ello. A veces se lleva mejor y otras peor. Este viernes ante Las Palmas Keidi Bare no pudo ocultar su enfado tras ser cambiado en el minuto 60 para dejar su sitio a Hicham. El mediocentro albano, que ya jugó unos minutos ante el Racing pero volvía a la titularidad tras su lesión, se retiró del terreno de juego con un rebote importante y lo demostró golpeando los asientos y las botellas que le ofreció Marcelino Torrontegui, que trató de calmarlo, cuando llegaba al banquillo (imágenes inferiores).
También se le notó previamente cuando Pellicer fue a saludarle y reconocer su labor sobre el césped. Keidi Bare, que ocupó el lugar del sancionado Adrián en el once, es un futbolista ambicioso, siempre quiere jugarlo todo y ayudar al equipo, y muy temperamental. Lo ha demostrado en muchas ocasiones y este viernes no fue capaz de esconder ese cabreo que tenía tras ser sustituido cuando Las Palmas todavía ganaba 1-0.
Asimismo, se rebotó con el partido en juego justo antes del descanso tras una pérdida en zona de tres cuartos de su compañero Juanpi. El albano le pedía que pasara antes el balón y abriera a banda, pero finalmente se la quitó un rival y Keidi Bare tuvo que cortar la posible contra con una falta por la que vio la cartulina amarilla. Doble mosqueo que seguro que fue a menos tras el empate del Málaga, que suma un punto positivo en el Estadio de Gran Canaria. Así se extrae de la cariñosa foto que publicó después Torrontegui junto al albano y el siguiente mensaje: "El león ya está manso, seguimos sumando y que no pare".
El león 🦁 ya está manso @MalagaCF , seguimos sumando y que no pare 💪💪💪💪 pic.twitter.com/xJhulMPb4M
— M.Torrontegui (@torrontegui64) February 28, 2020