Luis Suárez tritura el subidón

Decía Pellicer en la previa que LaLiga SmartBank es una "trituradora", una competición que no espera a nadie. Y tiene más razón que un santo. Buena muestra fue la cita ante el Real Zaragoza, en la que el Málaga CF completó una gran actuación en una preciosa tarde de fútbol. Pero claro, cuando perdonas siempre hay otro enfrente con el colmillo afilado. En esta ocasión fue Luis Suárez, un jugador total, el que anestesió el subidón del Málaga con un gol en el minuto 86. Hasta entonces el Málaga fue mejor por momentos y aglutinó ocasiones, pero le faltó ese puñetazo que el Zaragoza sí sabe dar.

Apenas retocó el once Pellicer con respecto a Las Palmas. Sólo entró Adrián, sancionado en la cita anterior, por un Keidi que perdió la batalla por la titularidad con Luis Muñoz. Significativo. El arranque fue un titubeo común y Soro heló el caluroso ambiente con un remate al limbo en las mismas barbas de Munir a los diez de juego. Tocaba el Málaga, contragolpeaba -y bien- el Zaragoza. Le costó arrancar al Málaga, con Tete muy vigilado y la siniestra con escasa profundidad. Así, el primer disparo llegó en el 19' con un derechazo al palomar de Sadiku.

La presión local impedía la salida de balón maña, trastocó su estilo. Pacheco, que limpió una jugada enmarañada de Sadiku, asustó de diestra desde la frontal ante un Cristian Álvarez que no la vio salir de la bota del pizarreño. El Zaragoza, con poco, volvió a avisar. Doble remate de Puado en el 28', el segundo tras desvío de Munir. Por suerte, con poco ángulo. Con Luis Suárez agitándolo todo, Juanpi se volvió a quedar a un palmo del gol que tanto ansía. Recorte a la zurda, muy del venezolano, tanto o más que el golpeo de rosca que pasó a un pelo del poste de Cristian Álvarez.

Arreón con ocasiones del Málaga antes del descanso

Llegó rápido otra ocasión, clarísima una vez más. Córner con música de Pacheco, donde más daño hace, a beneficio de carrera de los cabeceadores. Adrián se levantó más que el resto pero con la mirilla ligeramente desviada. De nuevo el 'uy'. El árbitro, mientras tanto, desquiciaba al Málaga y su gente. Fueron los mejores momentos del cuadro blanquiazul, que achuchó tanto como la afición, y Sadiku se quedó con el molde en la última acción de la primera parte. Prolongación de Adrián y despeje providencial de El Yamiq en boca de gol. El Zaragoza, un coloso esta temporada, se escapaba vivo y dando gracias.

La segunda parte comenzó con un gol anulado a Sadiku por claro fuera de juego en el arranque de la acción de Tete, que la puso al primer palo para el remate del albanés. El Zaragoza respondió por medio de Soro, al que la zurda le jugó una mala pasada cuando estaba ya dentro del área. A la contra volvía a hacer daño Puado, que se encontró con el guante de un Munir de nuevo decisivo. Paradón con Luis Suárez desgañitándose en el otro lado del área. Pellicer, que vio un socavón en la medular, refrescó la misma quitando a Luis Muñoz, fatigado, y dando entrada a Keidi Bare.

Recta final de ida y vuelta

Se partió el partido, el empate era un premio menor para un bando y otro. Y se notó. Qué gozada volver a sentir ese pálpito de pasión en La Rosaleda. En esas idas y venidas Pellicer buscó más velocidad con Renato, que sustituyó a un Pacheco que ni fu ni fa. Restaban 20 minutos entonces y lo primero que hizo el luso fue probar a Cristian Álvarez con un disparo seco al primer palo. Volvió a crecerse el Málaga, con un Juanpi al mejor nivel del curso. Ágil, con el pie atinado y ofreciendo un fútbol que parecía olvidado.

Un tímido cabezazo de Sadiku fue la siguiente aproximación de un Málaga que no se conformaba con el 0-0. Hay ambición y eso no se compra, se forma. Precisamente fue Sadiku el último sustituido, entró Buenacasa en busca del disfraz de héroe. El Málaga se volcó, el Zaragoza se limitó a correr cuando pudo. Adrián la tuvo en su cabeza otra vez, pero el que mató fue Luis Suárez. Fortuna y lucha a partes iguales para Nieto en la banda, indecisión total de la zaga y de Munir y pase atrás y remache de goleador del colombiano. Un golpe a la ilusión pero que no debe desmerecer el buen partido del Málaga, que sin embargo vuelve a mirar hacia abajo cuando pensaba que podía mirar hacia arriba.