Fue más amplia de lo habitual la comparecencia previa al partido de Sergio Pellicer. Espera el Real Zaragoza, un termómetro verdadero para el Málaga CF. Es una derrota en los últimos 14 partidos de LaLiga SmartBank y el play off ya queda a la misma distancia que la zona del descenso. Esa dicotomía está generando cierto debate en todo lo que concierne al ámbito blanquiazul y el entrenador castellonense quiso dar su visión. Un discurso realista con mucho trasfondo y varias frases para volver a leer cuando se ponga freno en esa cuesta arriba. "Ganar cada partido es como celebrar un título", resumía.
"El buen ambiente del grupo va unido a la exigencia diaria. La dinámica de grupo es espectacular. Es un grupo que sabe perfectamente lo que nos estamos jugando. No hay ningún mito, es sentido común. Lo más difícil es hacerlo fácil", comenzaba el técnico: "Sabemos la responsabilidad que hay, el tema anímico es sentirse cómodo en el día a día de entrenamiento .Trabajar como si no hubiera un mañana. Los resultados están acompañando pero hay que estar alerta. Esta competición devora, no espera a nadie. No queda una maratón, queda una media maratón. Cuando tengamos los 50 puntos podremos pensar".
"Esta competición devora, no espera a nadie. No queda una maratón, queda una media maratón. Cuando tengamos los 50 puntos podremos pensar"
Pellicer no quiere que se pierda el hambre, pero quiere mantener los pies en el suelo. "Tenemos que ir al día a día, la responsabilidad es muy grande. El examen final es el partido, pero la semana nos da muy buena sintonía. Ningún equipo es mejor que nadie a un partido. Pero cualquier adversidad puedes estar por debajo y no tener posibilidades", afirmaba el de Nules, que continuaba: "Nuestra idea de trabajo es estar siempre en el partido. El día de Las Palmas es un fiel reflejo del sufrimiento. El rival puede estar mejor que nosotros, darnos el KO pero el equipo se repone. El grupo en el día a día tanto dentro como fuera del terreno de juego es espectacular".
El técnico malaguista está satisfecho con cómo está respondiendo el Málaga. "Ahora mismo nosotros lo que estamos mostrando es que somos un rival complicado. Queremos seguir así, es nuestra ilusión. Trabajamos por ello. Pero un partido tiene tres resultados y vamos a intentar que sea un uno, porque estamos en nuestro estadio. Cuando tengamos esos puntos podremos pensar en otras cosas. Hemos dado un paso pequeño, pero hay que dar el siguiente paso. Lo complicado es el paso anterior, tenemos que dar esa continuidad sabiendo que puede llegar la adversidad. Esperemos que llegue lo más tarde posible", decía Pellicer, que defendía a la plantilla, como siempre ha hecho: "Tenemos los mejores jugadores de la categoría, son nuestros jugadores. Son los mejores. Lo demuestran en el día a día".
"Cuando tengamos esos puntos podremos pensar en otras cosas. Hemos dado un paso pequeño, pero hay que dar el siguiente paso. Lo complicado es el paso anterior, tenemos que dar esa continuidad sabiendo que puede llegar la adversidad"
"Tenemos que ir paso a paso. Siempre tenemos que recordar de dónde venimos. Cuando llegamos no pensábamos en el futuro, sólo en el día adía. Es un mensaje que es repetitivo pero es así", insistía el entrenador blanquiazul, que pedía mesura: "La afición está en un estado de efervescencia y la tenemos que ilusionar. La afición siempre ha estado ahí. En el último tramo, cuando falten 10 jornadas, puede estar claro que podamos pensar en una cosa u otra. Por ejemplo Las Palmas y Fuenlabrada llevan 9 y 12 partidos sin ganar. Ahora miran hacia abajo. No tenemos ni que mirar hacia abajo ni hacia arriba. Tenemos que mirar al Zaragoza, que sea una fiesta para el club y la afición".
Y cerraba Pellicer este discurso de realidad con términos similares, alrededor de la misma idea. "Tenemos que dar una alegría para mirar al partido del Huesca. Tenemos que tener un equilibrio, los jugadores tienen ese mensaje. El mejor termómetro son las palabras de los jugadores", aseguraba el técnico, que terminaba: "Nuestro mensaje es que cuando tengamos esos puntos miraremos hacia adelante. Todo lo demás nos lleva a distraernos. Nuestro mensaje interno es saber lo que cuesta cada día de entrenamiento. Sabemos lo que cuesta. Nuestro mensaje es mirar día a día. Nunca espero que vaya bien ni mal, vengo día a día para trabajar como si mañana no existiera. Somos unos privilegiados. Ese brillo en los ojos lo tenemos que tener y lo estamos disfrutando. Cuando uno disfruta y hace las cosas con pasión, se transmite. Hay que estar en alerta. El Málaga es un club grande, siempre lo ha sido y todas las palabras de elogio hacia los jugadores, equipo o afición no nos tiene que nublar. Sabemos lo que somos".